Flavigny: toma de hábito y profesiones religiosas

Fuente: FSSPX Actualidad

El 28 de septiembre de 2019, en Flavigny, durante una misa pontifical, Monseñor Bernard Fellay confirió el hábito de los hermanos de la Fraternidad San Pío X a dos postulantes, un italiano y un malgache.

Monseñor Fellay estuvo acompañado por los Padres Christian Bouchacourt, segundo asistente de la Fraternidad, Guillaume Gaud, director del Seminario Santo Cura de Ars, y los Padres Laurent Ramé, Michaël Demierre y Christian Thouvenot. Una delegación de seminaristas y hermanos del Seminario de Ecône se encargó de que la ceremonia se desarrollara correctamente.

En su sermón, el prelado explicó el significado del hábito religioso. Este hábito negro es ante todo el signo de una renuncia, la renuncia a la vida del mundo para seguir las virtudes evangélicas de pobreza, castidad y obediencia. Es también el signo de pertenencia a una familia religiosa, la Fraternidad Sacerdotal San Pío X.

Esta sociedad sacerdotal acoge a los sacerdotes y su propósito es hacer brillar el sacerdocio. ¿Qué lugar ocupan los hermanos en todo esto? Ante el debilitamiento del ideal sacerdotal, Monseñor Lefebvre quería infundir en los sacerdotes el verdadero espíritu del sacerdocio como lo vivió Nuestro Señor. Pero este espíritu es el de las virtudes evangélicas de pobreza, castidad y obediencia, mismas que Nuestro Señor mismo practicó y que los hermanos se comprometen a practicar a través de los votos.
 
Los hermanos deben tener esa misma sed de salvar almas que consumía el alma del Sumo Sacerdote, la que lo llevó a ofrecerse como sacrificio en la Cruz para nuestra salvación. La misa, renovación del sacrificio del Calvario, debe convertirse en toda su vida; así podrán unirse al Soberano Sacerdote y compartir el propósito de su existencia: salvar almas y glorificar a Dios. Por sus votos de pobreza, castidad y obediencia, todos impregnados del ideal sacerdotal del Salvador, los hermanos ocupan un lugar de elección en la Fraternidad Sacerdotal San Pío X. Es al pie de la Cruz donde encontrarán a Aquella que puede obtenerles la gracia de la fidelidad: Nuestra Señora con su Corazón Doloroso.

Al día siguiente, 29 de septiembre, en la fiesta de San Miguel Arcángel, Monseñor Fellay, acompañado de los Padres Christian Bouchacourt, Guillaume Gaud, Bruno France, Louis-Edouard Meugniot y Nicolas Jaquemet, recibió la primera profesión de cuatro novicios, todos franceses, mientras que otros dos hermanos renovaron sus votos.

El voto es un acto de la virtud de la religión, explicó el celebrante durante el sermón. Por los tres votos, toda la persona del hermano se consagra a Dios. ¿Y por qué consagrarse a Él de esta manera? Para seguir el llamado de Nuestro Señor: "Si quieres ser perfecto, vete a vender lo que posees, y dalo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; entonces ven, sígueme" (Mt. 19, 21). La práctica de los votos de pobreza, castidad y obediencia facilita la mortificación de los apegos desordenados, para que la caridad pueda desarrollarse sin obstáculos. Amar a Dios más y más perfectamente, un poco más cada día, es el objetivo de la vida religiosa. En la Fraternidad San Pío X, las funciones del sacerdote y el hermano son distintas, pero, según explicó el predicador, el más digno ante Dios es simplemente el más santo. El deber de todos los miembros, sacerdotes y hermanos, es crecer en el amor de Dios, porque en el Cielo solo una cosa contará: el grado de amor a Dios.