La Familia Católica
Breve artículo que muestra cómo en la Familia Católcia se debe encontrar de alguna manera la unidad, la santidad, la catolicidad y la apostolicidad.
Es parte del tejido social. De modo que la familia responde a una triple autoridad: la autoridad paterna, la autoridad social o política y la autoridad religiosa.
- Autoridad RELIGIOSA
- Autoridad POLÍTICA o SOCIAL
- Autoridad PATERNA
Esto es muy importante de tener en cuenta, pues por su misma concepción natural, la familia debe sujetarse a ciertas disposiciones. De esto tenemos, por ejemplo, que instintivamente la autoridad POLÍTICA o SOCIAL es mayor que la autoridad PATERNA, por eso la presión social y el ambiente hacen más fuerza en los niños que las órdenes de sus padres. Lo único que puede sostener la autoridad PATERNA es la autoridad RELIGIOSA y esa es la fuerza de nuestros chicos: cuando se dan cuenta que los sacerdotes coinciden con sus padres de familia en sus exigencias. Por lo tanto unos padres de familia que hablan mal de los sacerdotes están minando su propia autoridad, pues es la autoridad RELIGIOSA la que sostiene a la autoridad PATERNA.
Familia Católica
La Familia Católica guarda en si las notas mismas que la identifican como parte de la Iglesia de Cristo. De modo que así podemos estar ciertos que un hogar católico es en realidad una pequeña iglesia, que en su proporción, pero realmente puede ser identificada por sus notas: Una, Santa, Católica y Apostólica.
Familia Una
En la familia católica reina una gran unidad, unidad de fines, unidad de doctrina e ideas, unidad de miras e intereses. El principal aliado de la unidad de la familia católica es la Doctrina.
En la familia liberal siempre hay una gran diversidad de opiniones e intereses aún en temás transcendentales. No poco de esto se ve en la diferencia de edades (brecha generacional) que en la familia liberal es un problema insanable.
Familia Santa
La familia católica está constituida desde el comienzo para engendrar hijos para Dios y tener la ayuda mutua necesaria para salvarse. De ahí que los padres de familia busquen los medios para que sus hijos puedan alcanzar la santidad. Cuando se lleva bien este objetivo familiar, la bendición divina queda patente en el fruto propio de la santidad familiar: la castidad e inocencia. Los niños aprenden el valor de la pureza en su familia. La familia católica sabe que no hay castidad sin confesión frecuente y sin el necesario apartamiento del mundo. La castidad de los padres de familia queda guardada por su esposa y por sus hijos. El elemento principal de la santidad de la familia católica es la Confesión.
La familia liberal queda constituida ya en una idea falsa, que muchas veces es el atractivo físico y por lo tanto pasa a primer plano la sexualidad y ya no se buscan ni los hijos ni su bien, sino la propia satisfacción. La parte religiosa queda como algo individual y no como la medula familiar misma.
Familia Católica
La familia católica participa de esta nota integradora de la Iglesia de NSJC, pues se funda en la Caridad y en la Obediencia. Las familias católicas son numerosas y fácilmente asimilaban a los hijos de las otras familias (familia grande). A los padres de familia católicos tienden a interesarles también los hijos de las demás familias. En especial los varones, quienes tienden a religar las familias, mientras que las mujeres se enfocan por instinto en su propia familia.
Al esposo le toca especialmente la caridad y a la esposa le corresponde en particular la obediencia, pues a los superiores les toca amar a los inferiores y a los inferiores les toca obedecer.
Es notable entender que las partes de la familia no son iguales ni equiparables. El esposo que tiene un problema con la esposa empieza a tener problema con los hijos, pues los hijos son más de la mujer en razón de la generación. Un papa que deja de querer a su esposa, deja fácilmente de querer a sus hijos.
El papa es quien conecta a la familia con la sociedad, mientras que la mujer es la conecta a los hijos con su padre y entre sí. Ella es la que reúne a la familia, ella es su lugar propio, por eso es que la mujer es la que marca el tenor y el ambiente familiar, al mismo tiempo que señala la aceptación o rechazo incluso del padre de familia o de algún miembro de ella. La principal fuente de la catolicidad de una familia cristiana es la Comunión.[1]
En la familia liberal todo se rige por un principio meramente exterior pues el egoísmo encierra a cada uno de los miembros de la familia en sí mismos.
Familia Apostólica
La nota de sucesión apostólica se traduce en las familias católicas en un apego a las tradiciones, de todo orden, religioso y nacional. Esto se muestra en particular en que una familia católica muestra una gran estima de loa mayores y ancianos, vivos y difuntos, pues se muestra orgullosa se estar vinculada con su herencia cristiana
En cambio la familia liberal tiene el culto de lo nuevo: “lo nuevo es bueno” los viejos son despreciados y también los adultos pues ya han quedado fijos en sus disposiciones y actitudes y dejan de estar abiertos al cambio y a la novedad. El espíritu moderno puede definirse como la capacidad de adaptarse y cambiar continuamente, pero esa no es la solución católica[2].
En las épocas de cristiandad, se ponía en las entradas de casas un letrero que decía “Domus Fidelis” para señalar cuáles de las casas habían permanecido fieles a la Iglesia y al rey aun en medio de las luchas y las dificultades. Eso es lo que deberíamos hacer hoy día en nuestros hogares, permanecer fieles a la ley de Dios, a nuestra Patria y nosotros mismos con la esperanza de recibir ese galardón en la bienaventuranza eterna.
Virgo Fidelis, ora pro nobis.
[1] En la Sagrada Comunión es donde se entiende que cada uno de los miembros de la familia es importante. Los hijos generalmente no aprecian a los sirvientes por que no los ven comulgar. Los distintos niveles sociales y las diferencias validas sólo quedan unificadas al momento de la Sagrada Comunión.
[2] “Non nova, sed nove” Concilio de Cartago