Las apariciones de Fátima en fechas
Un recuento cronológico sobre todo lo relacionado con las apariciones de Nuestra Señora en Fátima, Portugal, a los tres videntes.
Las Apariciones de Fátima en fechas
• 22 de marzo de 1907: nacimiento de Lucía Dos Santos en el pueblo de Aljustrel-Fátima, cerca de Leiría, en Portugal.
• 11 de junio de 1908: nacimiento de su primo, Francisco Marto.
• 10 de marzo de 1910: nacimiento de Jacinta Marto.
• 1915: Lucía, mientras vigilaba a las ovejas con dos amiguitas, ve en tres ocasiones “una cosa” que tiene “forma humana”, parecida a un muñeco de nieve. Fue probablemente una preparación a lo que siguió.
• Primavera de 1916: los tres primos, mientras guardaban las ovejas, reciben la visita de un “ser de luz” que se presenta como el Ángel de la Paz. Repite prosternado la oración siguiente: “Dios mío, yo creo, adoro, espero y Os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no Os aman”. Les asegura que los Corazones de Jesús y María escuchan sus oraciones.
• Verano de 1916: el Ángel vuelve y se declara como el Ángel del Portugal. Pide sacrificios en reparación por los pecadores y por la Patria.
• Octubre de 1916: el Ángel se prosterna ante un cáliz y una Hostia que derraman sangre, mientras reza la siguiente oración: "Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Os adoro profundamente y Os ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los sagrarios de la tierra, en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que Él mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón y del Corazón Inmaculado de María, Os pido la conversión de los pobres pecadores”. Da la comunión a los videntes y se va recomendándoles reparar las ingratitudes de los hombres.
• 13 de mayo de 1917: primera aparición de Nuestra Señora. Son las 12:00 p.m. Los videntes se encuentran en la Cova da Iría. Después de dos relámpagos que los asustan, los pastorcitos ven una mujer cercada de luz, de pie sobre un encino. La visitante los tranquiliza, les dice que viene “del Cielo” y les pide volver todos los meses en el mismo día y misma hora. Pide de nuevo sacrificios por los pecadores y el rezo del rosario para el fin de la guerra (nos encontramos en plena Primera Guerra Mundial).
• 13 de junio de 1917: los videntes llegan a la cita, acompañados de unos 60 curiosos, intrigados por su simplicidad y su obstinación en contar la Aparición. La Dama aparece en la hora exacta. Pide que se rece el rosario todos los días y declara: “Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Corazón Inmaculado. A quien la abrace, le prometo la salvación, y serán queridas de Dios estas almas como flores puestas por mí para adornar su trono”. Los espectadores sólo vieron una ligera nube alejarse cuando se fue Nuestra Señora.
• 13 de julio de 1917: esta vez, una muchedumbre de entre 5,000 y 6,000 personas está presente para asistir a la Aparición. Nuestra Señora pide de nuevo rezar el rosario para obtener el fin de la guerra. Para convencer a los incrédulos, anuncia un milagro para el mes de octubre. La Virgen dice a los pastorcitos: “Sacrificaos por los pecadores y decid muchas veces, y especialmente cuando hagáis un sacrificio: ‘¡Oh, Jesús, es por vuestro amor, por la conversión de los pecadores y en reparación de los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María’.” Los videntes tienen luego la visión del infierno y la Virgen les revela el famoso secreto que consta de 3 partes, las cuales serán reveladas progresivamente y pide la consagración de Rusia. Les pide rezar esta oración después de cada misterio: “Oh Jesús mío, perdonad nuestros pecados, libradnos del fuego del infierno, llevad al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Vuestra divina Misericordia”.
• 13 de agosto de 1917: alrededor de 18,000 personas esperan a los pastorcitos. Pero los tres niños han sido secuestrados por el administrador civil de la zona, masón notorio, exasperado por lo que considera como una comedia. Durante horas se esfuerza en convencer a los niños para que reconozcan que han inventado todo, o bien que han repetido un escenario elaborado por los jesuitas… Pasan una noche en la cárcel en medio de los bandidos: ¡los niños les hacen rezar el rosario! Los amenaza con sumergirlos en una caldera de aceite hirviendo: pero están muy contentos con la idea de irse a ver a la Dama del Cielo… Habiendo agotado todos sus argumentos, el administrador los hace volver a su casa… mucho después de la cita con la Dama.
• 19 de agosto de 1917: los niños reciben una nueva visita de Nuestra Señora, mientras guardan las ovejas a cierta distancia de la Cova. Nuestra Señora les pide usar el dinero dejado por los peregrinos para hacer dos andas para procesiones y una capilla. Luego añade: “Rezad, rezad mucho. Haced sacrificios por los pecadores. Muchas almas se van al infierno, porque nadie está dispuesto a ayudarlas con sacrificios”.
• 13 de septiembre de 1917: la propaganda antirreligiosa no ha logrado nada, sino hacer venir a más gente. Al menos 25,000 personas están presentes. La Dama confirma una gran aparición para el mes de octubre y recomienda a los niños moderar sus sacrificios…
• 13 de octubre de 1917: sexta aparición de Nuestra Señora. Más de 60,000 personas han venido para asistir al milagro prometido. Hay lluvia fuerte que empapa el suelo y a los miles de peregrinos. Se detiene justo antes de las 12:00 p.m. En la hora fijada aparece la Señora: “¿Qué queréis de mí?", dijo Lucía, la Virgen contestó: "Quiero que se construya una capilla aquí en mi honor. Quiero que continuéis rezando el Rosario todos los días. La guerra pronto terminará, y los soldados regresarán a sus hogares”. Después de algunas palabras, la Virgen se aleja pero reaparece en el cielo rodeada del Niño Jesús y de San José que parece bendecir al mundo, y una vez más, bajo una forma que parece a Lucía la de Nuestra Señora de los Dolores. Es cuando sucede el milagro tan esperado: la danza del sol. Sólo unas diez personas en una muchedumbre inmensa dirán no haber visto nada. Es la última aparición en público.
• 3 de abril de 1919: Francisco, enfermo de gripe, hace su primera comunión. Muere al día siguiente.
• 20 de febrero de 1920: Jacinta muere.
• 1925: Lucía entra en la casa de las Doroteas de Pontevedra, en España.
• 10 de diciembre de 1925: gran aparición de Pontevedra, en la cual la Santísima Virgen dio al mundo, por intermedio de Sor Lucía, la así llamada Devoción de los Cinco primeros sábados de mes.
• 13 de junio de 1929: gran visión trinitaria de Tuy, en la cual Nuestra Señora pidió la consagración de Rusia, como lo había anteriormente anunciado en Fátima.
• 1930: reconocimiento oficial de la Apariciones de Fátima como auténticas, por el obispo de Leiría.
• 1939: reconocimiento oficial de la Apariciones de Pontevedra como auténticas.
• 1941: Lucía sale de su congregación y entra en el Carmelo de Coïmbra.
• 25 de septiembre de 2005: muerte de Lucía en el Carmelo en el que se quedó 66 años.
Visión del infierno contada por la Hermana Lucía:
Mientras Nuestra Señora decía éstas palabras abrió sus manos una vez más, como lo había hecho en los dos meses anteriores. Los rayos de luz parecían penetrar la tierra, y vimos como si fuera un mar de fuego. Sumergidos en este fuego estaban demonios y almas en forma humana, como tizones transparentes en llamas, todos negros o color bronce quemado, flotando en el fuego, ahora levantadas en el aire por las llamas que salían de ellos mismos junto a grandes nubes de humo, se caían por todos lados como chispas entre enormes fuegos, sin peso o equilibrio, entre chillidos y gemidos de dolor y desesperación, que nos horrorizaron y nos hicieron temblar de miedo. (Debe haber sido esta visión la que hizo que yo gritara, como dice la gente que hice). Los demonios podían distinguirse por su similitud aterradora y repugnante a miedosos animales desconocidos, negros y transparentes como carbones en llamas. Horrorizados y como pidiendo auxilio, miramos hacia Nuestra Señora, quien nos dijo, tan amablemente y tan tristemente:
Habéis visto el infierno, donde van las almas de los pobres pecadores. Es para salvarlos que Dios quiere establecer en el mundo una devoción a Mi Inmaculado Corazón. Si vosotros hacéis lo que yo Os diga, muchas almas se salvarán, y habrá paz. Esta guerra cesará, pero si los hombres no dejan de ofender a Dios, otra guerra más terrible comenzará durante el pontificado de Pio XI. Cuando veáis una noche que será iluminada por una luz extraña y desconocida (esto ocurrió el 28 de enero de 1938) sabréis que ésta es la señal que Dios les dará y que indicará que está apunto de castigar al mundo con la guerra y el hambre, y por la persecución de la Iglesia y del Papa. Para prevenir esto, vengo al mundo para pedir que Rusia sea consagrada a mi Inmaculado Corazón, y pido que los primeros sábados de cada mes se hagan comuniones en reparación por todos los pecados del mundo. Si mis deseos se cumplen, Rusia se convertirá y habrá paz, si no, Rusia repartirá sus errores alrededor del mundo, trayendo nuevas guerras y persecuciones a la Iglesia, los justos serán martirizados y el Santo Padre tendrá que sufrir mucho, muchas naciones serán aniquiladas. Pero al final, mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre consagrará Rusia a mi Inmaculado Corazón, y ésta será convertida y el mundo disfrutará de un período de paz. En Portugal la fe siempre será preservada… (Aquí viene la parte del secreto que aún no ha sido revelado). Recordad, no debéis decirle esto a nadie más que a Francisco."
La danza del Sol
Testimonio de Manuel Pedro Marto, padre de Jacinta y Francisco:
Se podía mirar perfectamente el sol, sin ser lastimado. Parecía que se apagaba y se volvía a encender, unas veces de una manera, otras de otra manera. Lanzaba haces de luz, de un lado y del otro, y pintaba todo con diferentes colores: los árboles, la gente, el suelo, el aire. Pero la gran prueba (del milagro), es que el sol no dañaba los ojos.
Todo el mundo estaba inmóvil. Todo el mundo callaba… Todos miraban el cielo.
A un cierto momento, el sol se paró y luego empezó de nuevo a danzar, a arremolinarse; se paró otra vez y empezó otra vez a danzar hasta el momento en que pareció desatarse del cielo y avanzarse sobre nosotros. ¡Fue un instante terrible!"