60 razones que obligan a rechazar la Nueva Misa
Sesenta razones por las que, en conciencia, no puedo asistir a la “NUEVA MISA”, Misa de Pablo VI, o Misa Moderna, sea en latín o en español, de cara al pueblo o de cara al Sagrario. Y, por lo tanto, continúo con la Misa tradicional.
1) Porque la Misa Nueva es equívoca y ambigua. Es usada también por protestantes. Ahora bien, rezamos según creemos. Por lo tanto la Nueva Misa no es una profesión de Fe inequívoca, sino ambigua. Y nuestra Fe no puede ser al mismo tiempo católica y protestante.
2) Porque los cambios no fueron insignificantes sino que “se trata de una restauración fundamental, yo diría casi de una mudanza total y, en ciertos puntos, de una verdadera nueva creación” (Palabras de Monseñor Aníbal Bugnini, co-autor de la Misa Nueva).
3) Porque estos cambios en la Misa, llevan a pensar “que la Verdad, siempre creída por el pueblo cristiano, puede cambiarse o desviarse sin infidelidad al depósito sagrado de la Doctrina, al cual la Fe católica está vinculada por toda la eternidad” (Cardenales Ottaviani y Bacci en carta a Pablo VI).
4) Porque la Nueva Misa representa “un alejamiento impresionante de la Teología Católica de la Misa según fue formulada en la Sesión XXII del Concilio de Trento” que, al establecer los “cánones”, proporcionaba una “barrera infranqueable a cualquier herejía que fuera en contra de la integridad del Misterio”.
5) Porque la diferencia entre las dos misas no es sencillamente de mero detalle o simple cambio en la ceremonia, sino “lo que se presenta como nuevo en la Misa Nueva es materia referente a verdades perennes”.