Acto de Consagración de Rusia al Corazón Inmaculado

Fuente: FSSPX Actualidad

El 20 de agosto, Monseñor Bernard Fellay, superior general, rezó este acto de consagración junto con Monseñor Bernard Tissier de Mallerais y Monseñor Alfonso de Galarreta, obispos auxiliares de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, durante una peregrinación internacional en la que se reunieron más de 10,000 fieles provenientes de todo el mundo.

Postrados a los pies de tu trono de gracia, Oh Reina del Santo Rosario, queremos cumplir, en la medida en que somos capaces, los pedidos que hiciste cuando hace cien años viniste a esta tierra para aparecerte a nosotros.

Los abominables pecados del mundo, las persecuciones dirigidas contra la Iglesia de Jesucristo, y lo que es más, la apostasía de las naciones y de las almas cristianas, y el olvido de tantos de tu maternidad de gracia destroza tu Corazón Doloroso e Inmaculado, tan unido en su compasión con los sufrimientos del Sagrado Corazón de tu Hijo divino.

Para reparar tantos crímenes, pediste que se estableciera en el mundo la devoción reparadora a tu Corazón Inmaculado; y para detener los azotes de Dios te convertiste en la mensajera del Altísimo para pedir al Vicario de Jesucristo, junto con todos los obispos del mundo, la consagración de Rusia a tu Corazón Inmaculado. Por desgracia, siguen sin atender a tu petición.

Es por esto que, anticipándonos al feliz día en que el Soberano Pontífice finalmente haga caso a las peticiones de tu divino Hijo, y sin atribuirnos una autoridad que no nos corresponde, sino con una humilde súplica a tu Corazón Inmaculado, como obispos católicos llenos de preocupación por el destino de la Iglesia universal, y en unión con todos los obispos, sacerdotes y fieles creyentes, hemos decidido responder, en la mejor manera que podemos hacerlo, a los pedidos del Cielo.

Dígnate, por tanto, Oh Madre de Dios, aceptar el acto solemne de reparación que presentamos ante tu Corazón Inmaculado por todas las ofensas con que, junto con el Sagrado Corazón de Jesús, es afligido por los pecadores y por los hombres impíos.

En segundo lugar, en la medida de nuestras posibilidades, te damos, entregamos y consagramos Rusia a tu Corazón Inmaculado: te rogamos, en tu misericordia maternal, que tomes a esta nación bajo tu poderosa protección, y que la hagas tu dominio en donde reines como Soberana. Haz de esta tierra de persecución una tierra predilecta y bendita.

Te suplicamos que sometas esta nación tan enteramente a ti que se convierta en un nuevo reino de Nuestro Señor Jesucristo, en un nuevo legado para su dulce cetro. Y que, convertida de su antiguo cisma, regrese a la unidad del único rebaño del Pastor Eterno, y así se someta al Vicario de tu Hijo divino, para que se convierta en apóstol ardiente del reinado social de Nuestro Señor Jesucristo sobre todas las naciones de la tierra.

También te suplicamos, Oh Madre de Misericordia, por este prodigioso milagro de tu omnipotencia suplicante, que manifiestes al mundo la verdad de tu mediación universal de la gracia.

Y por último, dígnate, Oh Reina de la Paz, dar al mundo la paz que éste no puede dar, paz de armas y de almas, la paz de Cristo en el Reino de Cristo y el Reino de Cristo a través del reino de tu Corazón Inmaculado, Oh María. Amén.

À noter : Mgr Athanasius Schneider, évêque auxiliaire d’Astana au Kazakhstan, qui a témoigné devant les assistants de son émotion d’avoir pu assister, le 13 mai dernier, en la cathédrale Notre-Dame de Fatima d’Astana, à la consécration explicite de la Russie au Cœur immaculé de Marie par tous les évêques catholiques de la région, y compris de Russie.