Cardenal de la Curia cuestiona las enseñanzas papales sobre las "Órdenes" anglicanas
En un foro ecuménico reciente, el cardenal Francesco Coccopalmerio cuestionó la declaración formal que el Papa León XIII hiciera en 1896 diciendo que las órdenes anglicanas eran "absolutamente nulas y completamente inválidas".
Un novedoso enfoque sobre la validez
La presentación del cardenal Coccopalmerio, quien desde 2007 ha sido presidente del Consejo Pontificio para Textos Legislativos, fue publicada en una antología de documentos y discusiones sobre las "Conversaciones de Malinas" llevadas a cabo en Roma. En su plática, el cardenal argumentó que la Iglesia Católica actual tiene "un concepto muy rígido de validez e invalidez", y que en cambio "uno debería poder decir: esto es válido en cierto contexto, y eso es válido en otro contexto". Dicho enfoque, en su opinión, podría producir un reencuentro entre las relaciones ecuménicas con la Iglesia anglicana.
Independientemente de los titulares escandalosos, la enseñanza católica sobre la nulidad de las órdenes anglicanas forma parte del Magisterio Papal inalterable, decretado con la autoridad de una Bula Papal. Durante más de un siglo nunca fue cuestionada, incluyendo cincuenta años de moderno diálogo ecuménico católico-anglicano. Coccopalmerio no poseé autoridad delegada por el Papa para entablar diálogos ecuménicos; sus declaraciones hechas durante el foro son únicamente su opinión personal como abogado canónico.
El asunto de la sucesión
Otorgando al cardenal el beneficio de la duda, el canonista secular Edward Peters comentó que en casos aislados, algunos católicos u ortodoxos co-consagradores de clérigos anglicanos podrían haber establecido un medio para reclamar la sucesión apostólica. De cualquier forma, dicha "sucesión" sería transitoria, puesto que el raro obispo anglicano válidamente consagrado no podría, a su vez, consagrar válidamente, ya que carecería de la debida intención. Pero Coccopalmerio no menciona ese argumento histórico en lo absoluto.
¿A qué se refiere entonces el cardenal?
Cuando alguien es ordenado en la Iglesia anglicana y empieza a fungir como párroco de una comunidad, no se puede decir que no ha sucedido nada, que todo es "inválido"... Se trata de la vida de una persona y de lo que está dando de sí... ¡estas cosas son extremadamente importantes!" Coccopalmerio menciona también algunos gestos simbólicos, como el supuesto regalo de un anillo episcopal y un cáliz que Paulo VI le dio al arzobispo de Canterbury en 1966. "Con estos gestos, la Iglesia católica ya intuye y reconoce una realidad.
La enseñanza de la teología sacramental
La teología sacramental católica enseña que cualquier persona, incluso no cristiana, puede bautizar válidamente en caso de emergencia, siempre que al verter el agua y recitar la fórmula trinitaria tenga la intención de hacer "lo que la Iglesia pretende". También enseña que cuando dos cristianos bautizados se casan, su matrimonio es sacramental. En este sentido, y sólo en éste, el cardenal está en lo correcto: puede haber sacramentos válidos en una parroquia anglicana.
El rito anglicano fue declarado inválido de manera definitiva, por su "defecto en forma e intención" en la Bula Apostolicae Curae dictada por el Papa León XIII en 1896. Si no hay Órdenes Sagradas válidas, no puede haber eucaristía ni absolución. La sola existencia de mujeres "sacerdotes" y "obispos" en muchas partes de la Iglesia anglicana actualmente, debería de ser prueba suficiente de que algo está "drásticamente mal" con su sucesión apostólica desde el siglo XVI.
Coccopalmerio trata de librar estos hechos teológicos obvios haciendo una distinción conceptual; dice que entre cristianos existen "diferencias y divisiones". Que las "divisiones" sólo deben existir sobre las creencias fundamentales como la divinidad de Cristo.
Hoy en día, las Iglesias se encuentran divididas, o más bien, dicen estar divididas porque carecen de elementos comunes, que, sin embargo, no son fundamentales puesto que no son cuestiones de fe. Decimos: tú no tienes esta realidad que es materia de fe, y por lo tanto estás apartado de mí. Pero en realidad no se trata de una cuestión de fe, sólo se finge que lo es.
Para que los anglicanos pertenezcan a la Iglesia católica, que es la única esposa de Cristo, y fuera de la cual no hay salvación, se requiere de unidad en la fe, sacramentos y gobierno. Conservar algunas verdades de fe y algunos sacramentos no significa poseer la virtud de la fe, eso sin mencionar su falta de unidad con la Santa Sede, ambos puntos necesarios para ser miembros de la Iglesia católica.
Fuente: The Tablet