Conservar nuestra fe - Palabras de Mons. Lefebvre
He aquí unas palabras de Monseñor Marcel Lefebvre, fundador de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, sobre Elegir entre aparente obediencia y conservación de la fe.
No se puede dejar de elegir, pero esa elección no es entre obediencia y desobediencia, sino que lo que se nos propone, a lo que nos invitan expresamente y por lo que se nos persigue, es una obediencia aparente.
Yo diría que tenemos que elegir entre una apariencia de obediencia – pues el Santo Padre no puede de ningún modo pedirnos que abandonemos nuestra fe, que es algo absolutamente imposible – y la conservación de nuestra fe. Pues bien, nosotros elegimos no abandonar nuestra fe, pues en ello no nos podemos equivocar. La Iglesia no puede estar en el error en lo que ha enseñado durante dos mil años, y por este motivo nos aferramos a esta Tradición que se ha expresado de un modo admirable y definitivo.
San Pablo decía a Timoteo: “Oh, Timoteo, guarda el depósito”. Ahora bien, ese depósito acababa de formarse hacía unas pocas decenas de años. Y añadía: “Permanece en lo que aprendiste de tu abuela Loida en tu infancia”; la infancia de Timoteo se remontaba casi a la muerte de Nuestro Señor Jesucristo. Por consiguiente, San Pablo le decía: guarda lo que aprendiste de tu abuela: su catecismo y todo lo que la Iglesia le enseñó; respeta y mantente en lo que aprendiste de tu abuela.
Si San Pablo decía esas cosas cuando el depósito apenas de formulaba y la Revelación apenas era conocida en el mundo, con cuánta mayor razón nos mantendremos nosotros en lo que la Iglesia nos ha enseñado a nosotros y a sus hijos durante veinte siglos. No podemos separarnos de ello sin separarnos de nuestra santa religión.
Tenemos la fe en el sucesor de Pedro. Pero como dijo muy bien el papa Pío IX en su constitución dogmática, el Papa ha recibido el Espíritu Santo no para predicar verdades nuevas sino para mantener la fe de siempre, motivo por el cual estamos persuadidos de que manteniendo estas tradiciones manifestamos nuestro amor, nuestra docilidad y nuestra obediencia al sucesor de Pedro.
Tenemos que decir “no” a esa ola de neomodernismo y de neoprotestantismo. No se puede decir que se elige una parte, pero se deja la otra; eso no puede ser, pues todo está relacionado. Por ese motivo, nosotros elegimos lo que siempre se ha enseñado y hacemos oídos sordos a las novedades destructoras de la Iglesia.
+ Monseñor Marcel Lefebvre
Fuente: La misa de siempre