Domingo de Ramos en Guadalajara - 2017
El pasado domingo 9 de abril del 2017, tuvo lugar la celebración del Domingo de Ramos en Guadalajara, presidida por el Padre Arnaud Gardère, actual prior de dicha ciudad. Los invitamos a ver la galería fotográfica.
La liturgia del Domingo de Ramos expresa alegría y tristeza, los dos aspectos del misterio de la Cruz. Primero se hizo la bendición y procesión de las Palmas, en las que se respira un santo júbilo que nos permite revivir la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Luego se celebró la Misa, cuyos cantos y lecturas se relacionan con el doloroso recuerdo de la Pasión de Nuestro Salvador.
Esta celebración está dividida en tres actos:
LA BENDICIÓN DE LAS PALMAS
La bendición de las palmas o de los ramos, es el primer rito que se desarrolla después del canto de la antífona Hosanna. Estos ramos y palmas, reciben con una sola oración, acompañada de la incensación y de la aspersión del agua bendita, una virtud que los eleva al orden sobrenatural y les da el propósito de ayudar a la santificación de nuestras almas y a la protección de nuestros cuerpos y de nuestras casas. Los fieles deben tener con respeto estos ramos en sus manos durante la procesión y colocarlos con honor en sus casas, como un signo de su fe y una esperanza en la ayuda divina. Las palmas y los ramos de olivo, que reciben en este momento la bendición de la Iglesia, se llevan en memoria de aquellos con que el pueblo de Jerusalén honró la marcha triunfal del Salvador.
LA PROCESIÓN
El segundo rito de este día es la célebre procesión que tiene por objeto representar la marcha del Salvador a Jerusalén y su entrada triunfal en esta ciudad; estos Ramos que acaban de ser bendecidos, son llevados por todos los que toman parte en esa procesión. Para testimoniar su entusiasmo por la llegada de Jesús ante los muros de la ciudad, los habitantes de Jerusalén, incluso los niños, recurrieron a esta gozosa demostración, y así nosotros lo hacemos también.
Esta procesión se detiene junto a las puertas de la Iglesia mientras algunos cantores, que representan los coros angélicos, se quedan dentro alternando sus cantos con los del clero, que se quedan afuera representando a los soldados de Cristo; todos aclamando al Rey de la Gloria. Después, el subdiácono toca con el mango de la Cruz tres veces la puerta y esta se abre al momento, así como la Cruz de Jesús nos franquea la entrada al cielo. Luego la procesión entra al templo, del mismo modo que los elegidos entrarán un día con Cristo en la gloria eterna.
LA MISA
La tercera parte de esta celebración es el Santo Sacrificio. Todas sus melodías están rebosantes de desaliento; la lectura de la Pasión señala el punto culminante de la jornada.