A ejemplo de la Inmaculada, seamos verdaderos signos de santidad y verdad

Fuente: FSSPX Actualidad

El 8 de diciembre es la fecha oficial en que el clero de la FSSPX realiza o renueva sus compromisos. El texto siguiente es un extracto de la homilía pronunciada por Monseñor Marcel Lefebvre el 8 de diciembre de 1972, con motivo de la toma de compromisos de los miembros de la casi recién creada Fraternidad, fundada dos años antes. Sus palabras siguen teniendo la misma vigencia.

¡Cuán inmaculadas deben estar las almas de quienes se ofrecen a Dios en el sacerdocio, pues hacen descender - como lo hizo la Santísima Virgen - sobre los altares en el mundo a Nuestro Señor Jesucristo, al contacto de sus manos, para darlo a los otros!

¡Con cuánta alegría recibimos hoy las oblaciones de aquellos que desean ofrecer su vida, ofrecer su alma al servicio del Buen Dios, al servicio del altar, como la Santísima Virgen María estuvo al servicio de Nuestro Señor!

Hoy, pediré de manera especial - y lo pediremos todos juntos, ¿no es así? - que nuestra Fraternidad sea un signo de verdad, un signo de santidad, un signo de alejamiento del pecado, un signo de alejamiento de todos los escándalos del mundo, para que así seamos también el signo de la Santísima Virgen, seamos como ella.

Esto es lo que deben desear nuestros corazones. Entonces realmente cumpliremos nuestra misión, verdaderamente seremos de la Iglesia. Así seremos hijos de María, bajo esta única condición.

Pero si nuevamente, por desgracia, nos convirtiéramos en personas atraídas por el mundo, dispuestas a comprometernos con las cosas del mundo y con el error, dejaríamos de ser dignos hijos de María y de Nuestro Señor.

Esto es lo que pediremos hoy durante la Santa Misa, para todos los que estamos aquí presentes y, en particular, para aquellos que, en un momento, pronunciarán su oblación y su compromiso con la Fraternidad.