El apostolado del clero y el apostolado de los laicos

Fuente: Distrito de México

En el siguiente artículo, definiremos los límites del apostolado de los laicos. Para ello, veremos: la misión que ha recibido la Iglesia de parte de Cristo, cómo han participado a esta misión tanto los clérigos como los laicos, los principios de esta colaboración y, finalmente, concluiremos dando respuesta a algunas objeciones.

En el 1º congreso del apostolado de los seglares, el 14 de octubre de 1951, el Papa Pío XII recordó solemnemente el triple objetivo de la Iglesia en estos términos:

En cuanto a la Iglesia, ella tiene, en relación con todos, una triple misión que cumplir: elevar los creyentes fervorosos al nivel de las exigencias del tiempo presente; introducir a los que titubean junto al umbral en la cálida y saludable intimidad del hogar; y atraer a los que se han alejado de la religión y a quienes ella no puede, sin embargo, abandonar a su miserable suerte.

Sin embargo, tenemos que reconocer la realidad y a pesar de las oraciones de todos para que el Dueño envíe obreros a su mies (Mt 9, 37) ésta sigue siendo mucha y sobrepasa las fuerzas del clero. Y si en el pasado la sociedad, que era todavía cristiana, era un sostén importante para el trabajo de la conversión de las almas, ¿qué decir hoy, cuando la obra de corrupción de las almas cuenta con todos los medios? De ahí la conclusión del Papa: “El clero tiene necesidad de reservarse, ante todo, para el ejercicio de su ministerio propiamente sacerdotal, en el que nadie puede suplirle” (Ibid.)

Si la afirmación clara de esta necesidad brilla con una claridad luminosa, no deja por ello de ser menos indispensable definir los límites de esta colaboración. Para ello intentaremos ver sucesivamente [1] la misión que ha recibido la Iglesia de parte de Cristo, su fundador; [2] después veremos históricamente cómo han participado a esta misión tanto los clérigos como los laicos, cada cual en su lugar; [3] luego intentaremos deducir los principios de esta colaboración; [4] y finalmente concluiremos dando respuesta a algunas objeciones.

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