El evangelio según Bergoglio
Valdría la pena recordar al actual Papa lo que un gran santo romano, antes todavía de que el Concilio Vaticano I definiera la infalibilidad pontificia, exigía en conciencia al cardenal Cristaldi que recordase a León XII “que, menos las definiciones ex cathedra, las demás cosas exigen [del Santo Padre] examen, discurso pacífico y conocimiento práctico además de teorético”; y añadía: “Todos los Santos nos dan tales leyes” (A. Rey, Gaspare del Bufalo, vol. II, p. 66).
En el diario Avvenire del 12 de abril de 2016, leemos que el 11 de abril de 2016, durante la misa matutina en la casa Santa Marta, el papa Bergoglio estigmatizó a los “doctores de la ley”, cuyo corazón está “cerrado a la Palabra de Dios y cerrado a la Verdad, a los otros”. Una dureza de corazón que se manifestó incluso ante el “arrepentimiento de Judas”, “a este pobre hombre arrepentido que no sabía qué hacer”.
Verdaderamente somos nosotros los que no sabemos dónde encontrar este afirmado “arrepentimiento” de Judas. El evangelio no habla de él, antes bien, Jesús en la última Cena dice al respecto de Judas una frase terrible: “Sería mejor para él que no hubiera nacido jamás” (Mc 14, 21).
En cuanto a los “doctores de la letra” cuyo corazón estaría “cerrado” a la Palabra de Dios, a la Verdad y a los otros, no es difícil comprender a quién haya intentado hacer alusión el Papa en la homilía de Santa Marta. Pero quien protesta contra su corazón “abierto” a los divorciados vueltos a casar, ni arrepentidos ni penitentes, lo hace no porque tenga un corazón “cerrado”, sino porque lo tiene todavía abierto a la Palabra de Dios, a la Verdad y al verdadero bien de las almas.
Valdría la pena recordar al actual Papa lo que un gran santo romano, antes todavía de que el Concilio Vaticano I definiera la infalibilidad pontificia, exigía en conciencia al cardenal Cristaldi que recordase a León XII “que, menos las definiciones ex cathedra, las demás cosas exigen [del Santo Padre] examen, discurso pacífico y conocimiento práctico además de teorético”; y añadía: “Todos los Santos nos dan tales leyes” (A. Rey, Gaspare del Bufalo, vol. II, p. 66).
Pero, ¿qué significan para Bergoglio todos los santos si para él no ser un “doctor de la letra” significa aniquilar letra y espíritu incluso del Evangelio?
Hirpinus
Fuente: SíSí NoNo
Traducido por Adelante la Fe