El Nacimiento - Origen de esta tradición
Durante la temporada de Adviento y Navidad, es muy común encontrar en las casas el Belén, el Nacimiento o el Misterio. Todas estas son representaciones, por medio de figuritas, de la historia del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. Pero, ¿cuál es el origen de esta tradición?
Algunos dicen que es una derivación de la costumbre de tener en casa un pequeño retablo o altar con imágenes y figurillas, con la finalidad de promover la oración y la cercanía a Dios. Durante las fiestas de Navidad, en estos altares se colocaban las imágenes de la Virgen María con el niño Jesús y San José.
En el siglo XIII, San Francisco de Asís hace en la gruta de Greccio una representación con animales y personas, para presentar la historia del nacimiento de Jesús de tal manera que todos la pudieran comprender. Algunas personas trataron de hacer lo mismo en sus casas utilizando pequeñas figurillas de madera o barro.
De Italia la costumbre se extendió por Europa, pero en España tuvo un desarrollo muy especial. Con la Conquista de América por los españoles, algunos frailes aprovecharon este recurso para enseñar a los indígenas el Misterio de la Navidad. Los naturales de América acogieron con gusto la idea y con el tiempo se hizo una costumbre que aún se practica.
Días antes de la Navidad, en los mercados aparecen puestos donde se vende todo lo necesario para montar un Nacimiento. Junto a las imágenes del Misterio (José y María) y del Niño Jesús, aparecen el buey y el burro, los pastores y sus ovejas. También están las figuras para las escenas costumbristas que acompañan al Nacimiento, como mujeres con canastos o cántaros de agua, pastores durmiendo, corderos sobre las brazas, puentes, chozas, puercos, gallinas y guajolotes. No pueden faltar las imágenes de los ángeles y los Reyes Magos con sus regalos.
Poner el Nacimiento es un evento familiar. En algún lugar de la casa los mayores comienzan a construir portales, montañas, grutas, ríos y caseríos a escala, mientras los demás van colocando las figurillas sobre suaves camas de heno, musgo, paja y aserrín, iluminadas por diminutos focos de colores. Al caer la tarde, la familia se reúne frente al Nacimiento para rezar el rosario u otra oración como preparación al día de Navidad.