El odio de Satanás contra la Misa
La Misa está en el centro del combate apocalíptico que se desarrolla entre la revolución satánica y la Iglesia. Con esta precisión, sin embargo: la Misa sí, pero “la Misa dicha y bien dicha”, es decir, según la voluntad misma de Dios expresada por los sagrados cánones de la Iglesia.
En el año 1957 Jean Ousset publicaba su obra maestra, Para que Él reine. El texto que sigue se encuentra en las primeras ediciones, tanto francesas como españolas.
Tengamos en cuenta que la Misa nueva, tal como se celebra hoy en día, no había sido aún inventada por el Padre Bugnini, de infeliz memoria, pero sí se empezaba a difundir en el clero un espíritu de innovación que pronto terminaría en el desastre conciliar y posconciliar.
Es, en primer lugar, por la Misa que Nuestro Señor reinará en los corazones y en las instituciones sociales o políticas para que las almas se salven. Mons. Lefebvre aprobó plenamente no sólo el libro sino también la obra de la Ciudad Católica, con todos los principios doctrinales y modos de acción que ella profesaba y que el libro expone.
Ignoramos por qué motivos este capítulo fundamental sobre la Misa ha sido suprimido de las ediciones posteriores.(1) Pero está claro que no encaja absolutamente ni con las nuevas enseñanzas ecumenistas y liberales del Concilio Vaticano II, ni con el rito reformado de la misa nueva que las expresa.
Apoyados, pues, en la doctrina que nos ha sido transmitida y sobre el Santo Sacrificio de la Misa, según el rito tradicional, procuremos colaborar con celo para esta gran obra del reinado de Jesús y María.