El Papa conmemora la revolución protestante
El Papa Francisco viajó a Suecia en el mes de octubre para asisitir a una serie de reuniones ecuménicas con los luteranos y otras denominaciones protestantes. Unámonos en actos de desagravio y reparación por esta grave ofensa.
Suecia: Con motivo del 500 aniversario de la Reforma protestante, el Papa Francisco realizó en octubre un viaje de dos días a Suecia, durante el cual participó en dos reuniones ecuménicas llevadas a cabo en las ciudades de Lund y Malmö, antes de reunirse con la comunidad católica del país.
El lunes 31 de octubre, a las 02:30 p.m., el Papa participó en un servicio de oración ecuménico en la catedral luterana de Lund, donde dio un sermón. "Al reunirnos en la centralidad del problema de Dios y con un enfoque cristocéntrico", explicó el Cardenal Kurt Koch, Presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, "los luteranos y los católicos podrán celebrar la Reforma ecuménicamente, no sólo de un modo meramente pragmático, sino en el sentido profundo de nuestra fe en Cristo crucificado y resucitado". Sin embargo, este mismo prelado declaró el 24 de marzo de 2012, en Viena, con respecto a dicho aniversario: "No podemos celebrar un pecado".
A pesar de esto, el Cardenal Koch firmó una carta junto con el Pastor Martin Junge, Secretario General de la Federación Luterana Mundial, el 11 de octubre de 2016, en la que se pueden leer estas declaraciones inspiradas por un irenismo conciliar:
Por primera vez, los católicos y los luteranos celebrarán juntos, a nivel mundial, el aniversario de la Reforma. Este evento, que marcará un hito, refleja el progreso realizado a lo largo de cincuenta años de diálogo internacional entre católicos y luteranos. Este diálogo, que fue establecido luego de importantes decisiones tomadas por el Concilio Vaticano II, ha ayudado a las dos tradiciones a entenderse mejor. Les ha permitido poner fin a numerosos antagonismos y, sobre todo, ha creado un lazo de confianza. Con esto se ha afirmado que la creencia común que une a los católicos y a los luteranos, es más importante que aquello que los divide. Igualmente, ha expresado la profunda convicción de fe de que tanto católicos como luteranos son llamados por el baustimo a formar parte de un único y mismo cuerpo."
Por su parte, el Cardenal Gerhard Müller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, escribió en el libro entrevista, publicado en marzo de 2016 por la casa editorial española BAC, y titulado Informe sobre la Esperanza:
Los católicos no tenemos ninguna razón para celebrar el 31 de octubre, fecha que marca el inicio de la Reforma que llevó a la división del cristianismo occidental".
Más adelante explica lo siguiente:
Si estamos convencidos de que la revelación divina ha permanecido sin cambios y se ha conservado a través de la Escritura y la Tradición, en la doctrina de la fe, en los sacramentos, en la constitución jerárquica de la Iglesia, la cual está cimentada en el sacramento de la ordenación sacerdotal, no podemos aceptar la idea de que haya razones para separarse de la Iglesia".
A pesar de este consejo, el Papa Francisco viajó a Malmö el lunes 31 de octubre a las 04:40 p.m., donde dio un discurso, y a las 06:10 p.m., se reunió con las distintas delegaciones ecuménicas. Los protestantes prepararon una cálida bienvenida para el Papa, quien, el 13 de octubre, permitió que se introdujera una estatua de Lutero en la Sala de Audiencias Paulo VI durante una audiencia concedida a casi mil luteranos. El Pastor valdense, Paolo Ricca, citado por Roberto de Mattei en la edición del 19 de octubre de Corrispondenza Romana, realizó la siguiente declaración:
Esta es la primera vez que un papa celebra la Reforma. Esto representa, a mi modo de ver, un avance respecto a los objetivos que fueron logrados con el Concilio Vaticano II, el cual, al incluir en sus documentos, destacando de este modo ciertos principios fundamentales de la Reforma, marcó un punto decisivo en las relaciones entre católicos y protestantes. La participación en dicha celebración del supremo representante de la Iglesia Católica significa, en mi opinión, que considera la Reforma como un evento positivo en la historia de la Iglesia, y que fue algo que hizo bien al catolicismo. Esta participación es un gesto importante, tanto más porque el Papa viajará a Lund, para visitar a los luteranos; como si fuera parte de la familia. Tengo la impresión de que, en un modo que no me es posible definir, el Papa siente como si también perteneciera a esta porción del cristianismo nacida de la Reforma".
Al día siguiente, el 1 de noviembre, a las 09:30 a.m., el Santo Padre celebró al aire libre la Misa por la Solemnidad de Todos los Santos en el Estadio Sweban, ubicado en Malmö, para los fieles católicos suecos, antes de subirse al avión que lo llevó de regreso a Roma a las 12:45 p.m.
En el 2015, Suecia tenía 9.8 millones de habitantes, de los cuales el 70% pertenecía a la Iglesia Evangélica Luterana. Ésta era la iglesia nacional hasta el año 2000, pero sólo el 2 o 3% de sus miembros asistían a los servicios dominicales. Según la Encuesta Internacional de Fin de Año del 2014, realizada por WIN/Gallup International, el 59% de los suecos se consideraban "no religiosos", y el 17% "ateos acérrimos". Con tan sólo 113,000 miembros, los católicos suecos representan el 1.15% de la población total.
Fuentes: radiovatican/apci/eurel/osservatoreromano/croix/corrispondenzaromana – DICI no. 343 octubre 28, 2016