El Papa Francisco alaba el concubinato

Fuente: Distrito de México

El Papa Francisco alaba el concubinato, que puede dar más gracias que algunos matrimonios – 16 de junio del 2016.

En unas cuantas palabras lapidarias, el Papa Francisco declaró que más valía un concubinato que un matrimonio apresurado: Es mejor no casarse si no se conoce lo que es el sacramento del matrimonio. Y agregó: He visto verdaderamente tanta fidelidad en los concubinos… ¡tanta fidelidad! que estoy seguro que son matrimonios verdaderos, que tienen la gracia del sacramento porque son fieles.

Es acerca de la condición de pecado que se generaron numerosas polémicas después del discurso tan catastrófico sobre el matrimonio y la cohabitación del Papa Francisco, que tuvo que ser corregido y censurado por la oficina de prensa (discurso  del pasado 16 de junio).

Dejando a un lado la sentencia sobre el matrimonio nulo, laboriosa y dolorosamente revisado y corregido en su versión escrita, el discurso sobre las uniones libres ha dejado a muchos católicos alrededor del mundo completamente estupefactos cuando acentúo la noticia el día después del sábado 18 de junio del 2016, por la tarde, durante su visita al Colegio Universitario Romano Villa Nazaret. Declaró:

Es un hecho social en Buenos Aires: yo prohibí llevar a cabo matrimonios religiosos cuando se trate de casos que nosotros llamamos “matrimonios apresurados” o de “reparación”, es decir, que hay un bebé en camino. Ahora las cosas están cambiando, pero todo se maneja de la siguiente manera: todo debe estar socialmente correcto, llega el bebé, hagamos la boda… yo ya prohibí ese tipo de matrimonios porque los papás no son libres… ¡No son libres! Quizás se aman. Y he visto algunos casos bellos en los que luego, después de dos o tres años ellos se casan, y los veo entrar en la Iglesia… el papá, la mamá y el niño de la mano. Pero sabían bien lo que hacían".

Haciendo la observación veraz de que muchas preparaciones al matrimonio son demasiado rápidas, que los jóvenes se casan a menudo por razones sociales, para regularizar una situación, para tener una bella fiesta… sin conocer lo que es el sacramento en sí, la belleza que engloba (…) y que es indisoluble, declaró que, según él: la mayoría de los matrimonios sacramentales son nulos porque ellos dicen que SÍ, para toda la vida, pero no saben en realidad lo que ellos dicen porque tienen una cultura diferente. Lo dicen y tienen buena voluntad, pero no son conscientes del sacramento; es mera cultura provisional, individualismo y hedonismo. Como remedio a estas heridas de la sociedad moderna que es una cultura provisional, y a este desconocimiento de la indisolubilidad del matrimonio, él alabó al concubinato como medio para probar la fidelidad, poniendo como ejemplo una costumbre argentina:

En Buenos Aires, los sacerdotes lo primero que preguntaban siempre era: “¿Cuántos de ustedes viven en concubinato?” La mayoría levantaba la mano. Ellos prefieren cohabitar y eso ya es un desafío, realmente exige trabajo. No hay que preguntar de forma inmediata: “¿Por qué no te casas por la Iglesia?”… ¡No! Lo que hay que hacer es acompañarlos, verlos madurar, hacer madurar la fidelidad. En Argentina, sobre todo en el campo, hay una superstición: cuando los prometidos tienen un hijo, ellos viven en concubinato. Después, cuando el hijo ya tiene edad para ir a la escuela, se casan por el civil. Y cuando ya son abuelos se casan por la Iglesia. Es una superstición porque dicen que si se casan por la Iglesia el marido se espanta. Hay que luchar contra esas supersticiones. Sin embargo, realmente les digo: he visto tanta fidelidad en los concubinatos… ¡tanta fidelidad! que estoy seguro que son matrimonios verdaderos, que tienen la gracia del sacramento porque son fieles".

La posición del Papa Francisco puede resumirse de la siguiente forma: ¡es mejor un concubinato fiel que un matrimonio apresurado! Si un matrimonio apresurado, por conveniencias sociales, sin libertad de elección, sin conocimientos profundos, es realmente un error que los pastores deben evitar y combatir (y el Papa tiene razón en señalar esto)… permitir el concubinato es mucho más grave, porque es aceptar que dos bautizados vivan en un estado de pecado mortal diario.

Reconocer en este estado pecaminoso una gracia sacramental como si fuera un verdadero matrimonio católico porque existe un amor humano duradero y fiel, es una mentira diabólica que no puede engendrar otra cosa que laxitud moral, desórdenes familiares y la decadencia en una sociedad que ya de por sí es permisiva. Y claro que significa enviar más almas al infierno…

¡Las palabras del Pontífice Romano son un verdadero escándalo! Pero van muy acorde con la línea de Vaticano II, que invirtiendo los fines del matrimonio y haciendo del amor humano la base de la unión matrimonial, abrió así las puertas al aumento de las separaciones, divorcios y a la crisis de fidelidad actual.

De nuevo, el Papa Francisco demuestra que es un verdadero Papa Conciliar, lleno de modernismo y relativismo. Al mismo tiempo que hace una descripción bastante adecuada de la mentalidad moderna, de la ignorancia religiosa de los bautizados acerca de todos los sacramentos, en lugar de recordar la Santa Doctrina Católica sobre el sacramento del matrimonio, innova y revoluciona las reglas morales.

Fuente: La Porte Latine (24 de junio de 2016)