El Papa Francisco y la comunión a los adúlteros

El 5 de septiembre, el Papa dirigió una carta a monseñor Sergio Alfredo Fenoy, delegado de la región pastoral de Buenos Aires, comentando elogiosamente un documento de los obispos de dicha región titulado "Criterios básicos para la aplicación del Capítulo VIII de Amoris Laetitia", fechado ese mismo día.
Ese capítulo de la exhortación apostólica postsinodal hace referencia a las personas que, tras una boda canónica y un divorcio civil, conviven con otra persona con la que han contraído un segundo matrimonio civil. Distintos cardenales y obispos han manifestado opiniones divergentes sobre si Amoris Laetitia facultaría en determinados casos a un sacerdote para administrar la comunión a aquellos que viven objetivamente en adulterio.
El documento de los obispos argentinos, dijo el Papa Francisco, “es muy bueno y explicita cabalmente el sentido del Capítulo VIII de Amoris Laetitia. No hay otras interpretaciones".
El criterio expresado en dicho documento por ese sector de obispos argentinos, y que cuenta con el respaldo del Papa, es el siguiente:
En otras circunstancias más complejas, y cuando no se pudo obtener una declaración de nulidad, la opción mencionada [vivir en continencia] puede no ser de hecho factible. No obstante, igualmente es posible un camino de discernimiento. Si se llega a reconocer que, en un caso concreto, hay limitaciones que atenúan la responsabilidad y culpabilidad (cf. 301-302), particularmente cuando una persona considere que caería en una ulterior falta dañando a los hijos de la nueva unión, Amoris laetitia abre la posibilidad del acceso a los sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía (cf. notas 336 y 351). Estos a su vez, disponen a la persona a seguir madurando y creciendo con la fuerza de la gracia”.
Posteriormente matizan:
Hay que evitar entender esta posibilidad como un acceso irrestricto a los sacramentos, o como si cualquier situación lo justificara. Lo que se propone es un discernimiento que distinga adecuadamente cada caso."
Aunque la carta del Papa Francisco a los obispos de esa región pastoral argentina era privada, su contenido ha sido confirmado por la edición del 12 y 13 de septiembre de L'Osservatore Romano.