El Parlamento italiano reabre debate sobre la eutanasia
Parlamento italiano, en Roma.
Luego de la explotación mediática de la muerte de un famoso DJ italiano de 40 años de edad, la Cámara de Diputados de Italia ha estado deliberando desde el 13 de marzo del 2017, sobre un posible proyecto de ley para legalizar la eutanasia en dicho país.
Luego de haber quedado ciego y cuadrapléjico después de un acidente de tránsito ocurrido en el 2014, Fabiano Antoniani, conocido como DJ Fabo, suplicó a las autoridades, en numerosos videos que circularon por todas las redes sociales, que le permitieran "morir sin sufrimiento" en Italia. El 19 de enero, en una carta dirigida al Presidente de la República, Sergio Mattarella, expuso su situación por escrito: "No estoy deprimido. Pero ya no puedo ver y tampoco puedo moverme. He estado confinado a una cama por más de dos años, hundido en una noche interminable. Me gustaría poder elegir una muerte sin sufrimiento." Como la ley italiana le negó el permiso que solicitaba, el músico finalmente pidió a Marco Cappato, un líder del Partido Radical y de una organización para "el derecho a morir dignamente" (sic), que lo mandara a Suiza, el 27 de febrero del 2017, específicamente a Pfäffikon, un pequeño pueblo ubicado a las orillas del Lago Zurich.
Esta muerte, altamente publicitada por los medios de comunicación, desató una ola de emociones al otro lado de los Alpes, que llevó a los parlamentarios italianos a incluir en el orden del día del 13 de marzo del 2017, el texto de un proyecto de ley revisado y corregido por los miembros del Comité de Asuntos Sociales. En esta versión, no se legaliza explícitamente la eutanasia. Pero, como Marianne señaló el 6 de marzo del 2017: "si se lee cuidadosamente entre líneas, el concepto del "derecho a permitir la muerte", como sucede en Francia, por ejemplo, aparece incluido en el texto." Por lo tanto, este documento prevé la posibilidad de que el paciente pudiera pedir la suspensión de los cuidados médicos básicos como la alimentación artificial e hidratación. Asimismo, confiere a la persona que recibe la atención médica el derecho a negarse a exámenes médicos específicos y a seguir los tratamientos estipulados por el médico. Por otro lado, el paciente no podrá exigir ningún tipo de tratamientos que vayan en contra de la ley y la ética médica. Por su parte, el médico se verá obligado a seguir las instrucciones de su paciente y ya no será objeto de acciones judiciales por no ayudar a una persona en peligro. En caso de incapacidad física o fisiológica, el paciente estará representado por una "persona de confianza", cuyo nombre debe estar indicado en su "testamento biológico" [testamento en vida"].
Como respuesta a este proyecto de ley, L’Osservatore Romano publicó en su edición italiana del 15-16 de marzo del 2017, una columna escrita por un médico italiano, Ferdinando Cancelli, quien es experto en cuidados paliativos. Éste denuncia el hecho de que el texto "en ningún momento descarta prácticas como la eutanasia o el suicidio asistido," lo cual "refuerza el temor de una desviación hacia esa dirección." Además, el médico señala que, a diferencia de Gran Bretaña, la ley que está siendo examinada en Italia no proporciona el derecho a la objeción de conciencia al médico, quien se encuentra sujeto a la voluntad del paciente o de la "persona de confianza."
Según los cálculos de los grupos que exigen la legalización del suicidio asistido en Italia, los cuales fueron citados por cath.ch, el 16 de marzo del 2017, al menos 150 italianos eligieron ir a Suiza en el 2016 para morir voluntariamente.
Fuentes: cath.ch / osservatore romano / lemonde / marianne / 24heures – DICI no. 352 - marzo, 31, 2017