¡Feliz fiesta del Corazón Inmaculado de María!
En la octava de la Fiesta de la Asunción, la Iglesia canta las alabanzas del Inmaculado Corazón de María.
Este culto litúrgico fue asociado con el Sagrado Corazón de Jesús por San Juan Eudes en el siglo XVII. Dos siglos después, los papas Pío VII y Pío IX establecieron una fiesta en el calendario de la Iglesia universal con una misa y un oficio propios.
El 31 de octubre y el 8 de diciembre de 1942, el Papa Pío XII consagró el género humano al Inmaculado Corazón de María. Dos años después, estableció un nuevo oficio del Inmaculado Corazón, que fijó el mismo día de la Octava de la Asunción de la Madre de Dios al cielo, el 22 de agosto de cada año.
El espíritu de la liturgia
Desde su entrada al cielo, el Corazón de María continúa ejerciendo su intercesión en nuestro favor. El amor de su Corazón se dirige primero a Dios y a su Hijo Jesús, pero también se extiende con una solicitud maternal sobre todo el género humano que Jesús le confió al morir en la Cruz.
Alabémosla, entonces, por la santidad sublime de su Inmaculado Corazón suplicándole que nos obtenga "la paz de las naciones, la libertad de la Iglesia, la conversión de los pecadores, el amor a la pureza y la práctica de las virtudes" (decreto del 4 de mayo de 1944).
En el Corazón de María se aplica de la mejor manera el salmo: "Mi corazón exulta por tu salvación: cantaré al Señor por los bienes que me ha dado: y alabaré el nombre del Altísimo" (Sal. 12). Este cántico es el Magníficat, donde la Inmaculada glorifica al Señor y se regocija con alegría en Dios su Salvador.
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Fuente: Dom Lefebvre – FSSPX.Actualités - 22/08/2018