Fiesta de San Francisco de Sales - 29 de enero
San Francisco de Sales, obispo de Ginebra, patrono de los escritores católicos, convirtió a más de setenta mil herejes en la región de Chablais. Fundó con Santa Juana Fremyot de Chantal el Instituto de Monjas de la Visitación (las llamadas "salesas") y murió en Lyon en el año 1622.
Nació en el Castillo de Sales el 21 de agosto de 1567, de familia noble; desde pequeño fue un gran seguidor de san Francisco de Asís; sus padres fueron Francisco de Sales de Boisy y Francisca de Sionnaz.
A los 13 años viajó a París para estudiar con los jesuitas. Después estudió Derecho y Teología, primero en la Universidad de París y después en la de Padua. Su formación fue muy esmerada; en París hizo los estudios superiores, dedicándose también a la teología; y en la Universidad de Padua, los estudios de derecho, como deseaba su padre, que concluyó de forma brillante con el doctorado en derecho canónico y derecho civil.
Deseaba ser sacerdote, pero se lo ocultó a su padre; sólo su madre y amigos íntimos lo sabían. Al terminar de estudiar, un acontecimiento ayudó a su ordenación: el canónigo de Sales, Luis de Sales, ayudado por el obispo de Ginebra, Claudio de Granier, hablaron con el Papa, quien lo nombró deán del capítulo de Ginebra. El nombramiento llegó de sorpresa para su padre, quien aceptó la ordenación, acaecida en 1593. A partir de ese momento, ejerció el sacerdocio con bastante trabajo y dedicación. Tomó como ejemplos de vida a san Francisco de Asís y a san Felipe Neri con lo que desarrolla una personalidad alegre, paciente y optimista. Sus inicios como sacerdote los ejerció entre los pobres.
Estaba viviendo durante la época de la Reforma Protestante cerca de Suiza, territorio calvinista. Miles de católicos suizos habían abandonado la Iglesia para seguir a Juan Calvino y convertirse en protestantes. Francisco decidió que necesitaba convertir estas almas de nuevo a la verdadera Iglesia, por lo que fue a Suiza y pasó los tres años siguientes recibiendo portazos en su cara, pasando las noches fuera en el frío helado, y durmiendo donde encontrara abrigo. No se daba por vencido.
Comenzó a escribir sus sermones en trozos de papel y a deslizarlos bajo las puertas. Cuando San Francisco volvió a Francia, se calcula que había convertido a más de 40,000 almas al catolicismo.
En 1602, San Francisco fue nombrado obispo de Ginebra, Suiza - el corazón del territorio calvinista. En 1604 Francisco notó a una mujer que escuchaba atentamente uno de sus sermones. Después de su sermón, Juana de Chantal se le acercó y le pidió ser su consejero espiritual. Tres años después de conocerla, San Francisco decidió que debían formar una nueva orden religiosa, que llegó a ser conocida como el Instituto de la Visitación de la SantísimaVirgen María.
San Francisco fue incansable en su evangelización. Pasaba horas contestando cartas y predicando a personas laicas. Este era un tiempo en el que sólo monjes y monjas recibían instrucción en el camino hacia la santidad. Pero San Francisco decidió que a todas las personas se les debía permitir saber cómo ser más santo y dar su tiempo a personas de todas las clases sociales. Creía que incluso aquellos que eran muy activos en las ocupaciones diarias podían llevar vidas santas.
Su libro más famoso, Introducción a la vida devota, fue escrito en 1608 para la gente común. San Francisco aconsejó a las personas ocupadas del mundo que "se retiraran en varias ocasiones a la soledad de su propio corazón y oraran, incluso mientras participaban en discusiones o transacciones con otros".
Después de una temporada atendiendo a las comunidades religiosas de su diócesis, fatigado por su gran labor apostólica, murió a los 55 años. En 1665 fue canonizado por el papa Alejandro VII, fijando la Iglesia Católica su fiesta litúrgica el 29 de enero. En 1877 recibió el título de Doctor de la Iglesia por la eminencia de sus obras y por su vida ejemplar.