Francisco celebrará el V centenario de la Reforma
El acto conjunto con la Federación Luterana Mundial tendrá lugar en Suecia e incluirá una Oración Común.
La Santa Sede anunció la semana pasada que el Papa se desplazará el 31 de octubre a Lund (Suecia) para un acto con motivo del quinto centenario del protestantismo. No se trata de una simple participación personal de Francisco sino, como señala la Oficina de Prensa vaticana, de “una ceremonia conjunta entre la Iglesia Católica y la Federación Luterana Mundial para conmemorar el 500° aniversario de la Reforma”.
Ese día comienzan las celebraciones luteranas de aquella fecha del 31 de octubre de 1517 en la cual el todavía fraile agustino alemán Martín Lutero (1483-1546) clavó en la puerta de la iglesia del palacio de Wittenberg sus 95 tesis heréticas. (En la foto, recreación del momento en la película Lutero, interpretada en 2003 por Joseph Fiennes.) Aquel evento, que arrancó de la Iglesia a millones de almas y tuvo consecuencias devastadoras para la civilización cristiana en Europa, iba directamente dirigido contra el Papa de entonces, León X, pero contará ahora con cierta bendición implícita por parte de su sucesor.
Según informa la Santa Sede, “del evento forma parte una celebración común basada en la guía litúrgica católico-luterana Common Prayer [Oración Común], publicada recientemente”.
El cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, señaló al presentar el acto que, “concentrándonos en la centralidad de la cuestión de Dios y en un enfoque cristocéntrico, los luteranos y los católicos podremos celebrar una conmemoración ecuménica de la reforma, no simplemente pragmática, sino con un profundo sentido de la fe en Cristo crucificado y resucitado”.
Pero el pragmatismo que niegan esas palabras lo afirman los hechos. El 25 de abril de 2012, el mismo cardenal, en el mismo puesto, había dicho, precisamente en referencia al quinto centenario, que “no hay razón para celebrar la Reforma porque no se puede celebrar un pecado”, declaraciones que fueron muy contestadas por “antiecuménicas”… justo porque estaban llenas de sentido común.