Hace 27 años tuvo lugar en Ecône el entierro de Monseñor Lefebvre

Fuente: Distrito de México

El 2 de abril de 1991 tuvo lugar el funeral de Monseñor Marcel Lefebvre, en Ecône. A continuación presentamos el sermón dado por el Padre Franz Schmidberger, en la misa de Réquiem, quien era en ese entonces el Superior General de la FSSPX.

Una vida de verdadera imitación de Jesucristo.

Ecce sacérdos magnus, qui in diébus suis plácuit Deo, et invéntus est justus. Non est invéntus símilis illi qui conserváret legem Excélsi. He aquí al soberano sacerdote, quien en vida agradó a Dios y fue encontrado un hombre justo. Nadie como él para observar la Ley del Altísimo. (Gradual de la Misa Statuit de los confesores pontífices)

Excelencias, queridos miembros de su familia, hermanos y hermanas de Monseñor Lefebvre,

Mis queridísimos hermanos y amigos,

Estamos aquí reunidos alrededor de los restos mortales de nuestro muy amado Padre, de nuestro fundador y Superior General durante muchos años, alrededor de este obispo fiel a su misión de doctor y pastor de la Iglesia, una, santa, católica y apostólica, de este misionero infatigable, de este padre de una nueva generación de sacerdotes, del salvador de la misa en su rito romano auténtico y venerable, de este defensor del reino social de Nuestro Señor Jesucristo. "He aquí al gran sacerdote que durante su vida agradó a Dios y fue hallado justo. Nadie como él para observar la Ley del Altísimo."

Estamos aquí, repito, con un profundo dolor, como huérfanos, con lágrimas y gemidos, pero también con esperanza cristiana y admiración frente a esta vida cristiana, sacerdotal y episcopal. Mis compañeros y yo les agradecemos, queridos fieles, por haber venido desde todos los rincones del mundo para rendir homenaje a este hombre extraordinario de nuestro siglo. Antes de hablar sobre su vida, proporcionaré algunos detalles sobre los últimos días de nuestro querido difunto.

Sus últimos días

La noche de la fiesta de Santo Tomás de Aquino, el 7 de marzo, Monseñor celebró en Ecône una misa por los amigos y benefactores de Valais, seguida de una conferencia sobre la situación de la Iglesia y sobre nuestro deber en el combate y la labor de las instituciones cristianas. Esa noche se quejó de un fuerte dolor de estómago, y no participó en la cena. Al día siguiente, celebró por última vez el santo sacrificio de la misa sobre nuestros altares y, a pesar de los dolores sensibles, partió hacia París para una reunión con los responsables de los Círculos de la Tradición. En el camino, su estado de salud era verdaderamente alarmante. Después de pasar la primera parte de la noche del viernes al sábado en un hotel, regresó al amanecer a Ecône con el Sr. Borgeat, su chofer. Por su propia solicitud, fue internado en el hospital de Martigny. Los médicos diagnosticaron inicialmente una infección intestinal y le restringieron su dieta, prescribiéndole infusiones. 

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