Hacia la beatificación de Sor Lucía de Fátima
La Hermana Lucía murió en el Convento Carmelita de Santa Teresa, en Coimbra, donde vivió desde 1948.
El 12 de enero del 2017, la diócesis de Coimbra anunció la conclusión de la fase diocesana del proceso de canonización de Sor Lucía de Jesús y del Inmaculado Corazón (1907-2005), una de las tres videntes de Fátima.
La solemne clausura de la sesión de la fase diocesana del proceso de beatificación y canonización de la Sierva de Dios Lucía de Jesús tuvo lugar el 13 de febrero, en el Carmelo de Santa Teresa, en Coimbra, lugar al que ingresó en 1948 y donde fue llamada a la presencia de Dios el 13 de febrero del 2005. "La investigación diocesana recopiló todos los escritos de Sor Lucía, así como las declaraciones de 60 testigos, quienes coincidieron en su reputación de santidad y sus virtudes heroicas."
Luego de la clausura de la sesión, el archivo fue transferido a la Congregación para las Causas de los Santos en Roma, la cual dará seguimiento al proceso según los requerimientos de la Iglesia. Las 15,483 páginas de documentos de la fase diocesana del proceso de beatificación de Sor Lucía de Jesús llegaron a Roma en 19 cajas, según informó el sitio Religious News Service a la conferencia episcopal italiana. El Padre Romano Gambalunga, un Carmelita y postulador de la causa, exhortó a la paciencia y prudencia: "estos procesos llevan tiempo," explicó a Agencia Ecclesia, el servicio de prensa de la conferencia episcopal portuguesa, y no se debe "apresurar" ningún aspecto; más bien, hay que tomarse el tiempo para obtener "un conocimiento más profundo" de la vida de Sor Lucía.
El inicio del proceso
Tres años después de la muerte de Sor Lucía, un decreto de la Congregación para las Causas de los Santos, publicado el 13 de febrero del 2008, inauguró el proceso:
El Santo Padre, Benedicto XVI, aceptando, con benevolencia, una solicitud de Monseñor Albino Mamede, de Coimbra, compartida por un gran número de obispos y fieles alrededor del mundo, ha suspendido el período de espera de cinco años establecido por las normas canónicas (art. 9 de Normae sevandae) y ha concedido que, tan sólo tres años después de la muerte de Sor Lucía (conocida por el mundo como una de las tres videntes de Fátima), se dé inicio a la fase diocesana para el proceso de su beatificación.
La vida de una santa
Lucía Dos Santos nació el 28 de marzo de 1907, en Aljustrel, Portugal. Cuando tenía diez años, junto con sus primos Jacinta y Francisco Marto, de siete y nueve años, respectivamente, vio, desde el 13 de mayo hasta el 13 de octubre de 1917, seis apariciones de Nuestra Señora. Francisco murió en 1919 y Jacinta en 1920, año en que las apariciones fueron oficialmente reconocidas por la Iglesia. Luego de éstas y de otras visiones personales de Nuestra Señora, en 1923 y 1929, Lucía ingresó a un convento en Tuy, España, a la edad de 18 años. Más tarde se unió a las Carmelitas en Coimbra, en 1948. Sor Lucía documentó las apariciones y palabras de Nuestra Señora de Fátima en cuatro libros: el primero escrito en 1935 (sobre la vida y virtudes de su prima Jacinta), el segundo en 1937 (sobre su propia vida y las apariciones), el tercero en agosto de 1941 (sobre aspectos específicos de la vida de Jacinta), y el último en diciembre de ese mismo año (aclaraciones sobre algunos puntos de las apariciones de 1917).
NB: Como bien decía Monseñor Lefebvre, hay que tener cuidado con las cosas provenientes de la Iglesia conciliar y las nuevas canonizaciones hacen parte de ellas. Sin embargo, el artículo que hemos publicado respecto al proceso de beatificación y canonización de Sor Lucía es sólo una nota informativa, que tiene como fin dar a conocer la situación de los sucesos actuales de la Iglesia.
En el artículo, sólo se habla objetivamente del caso informando sobre los avances del proceso, pero en ningún momento la FSSPX se declara a favor, o hace propaganda de esto. Por esta misma razón, en los calendarios publicados por la Fraternidad no se incluye a ningún santo canonizado después de 1962.
Por otro lado, es importante recordar que la Santísima Virgen en Fátima les prometió a los tres videntes que se irían al cielo, así que, independientemente de la situación actual de la Iglesia, es un hecho que Lucía irá al cielo.
Fuentes: cath.ch – Zenit – DICI no. 351, 17/03/17