Incalificable vídeo interreligioso del Papa

Fuente: Distrito de México

El Niño Jesús, en pie de igualdad con un buda, una menorá y un tasbih.

A partir de este año, las intenciones del Papa para la oración se darán a conocer a través de un vídeo, en una campaña titulada El vídeo del Papa. Es una iniciativa de la Red Mundial de Oración del Papa (Apostolado de la Oración), y el correspondiente a enero se titula Diálogo Interreligioso. La intención del mes es “que el diálogo sincero entre hombres y mujeres de diversas religiones conlleve frutos de paz y justicia”. Una paz y una justicia que ya no podrán ser, pues, las que provienen de Nuestro Señor Jesucristo, sino las que caracterizan la utopía naturalista de la ideología de la ONU.

La noticia no está en esa intención papal. ¡Por desgracia, en los pronunciamientos de los Papas postconciliares son demasiado frecuentes tales manifestaciones de irenismo mundialista! La noticia está en el vídeo que acompaña a la intención.

Participan dos amigos de Francisco, el rabino Daniel Goldman y el dirigente islámico Omar Abboud, así como un sacerdote católico, Guillermo Marcó, y una lama budista, Rinchen Kandro. “Confío en Buda”, “Creo en Dios”, “Creo en Jesucristo”, “Creo en Dios, Alá”, van diciendo uno tras otro. Acto seguido dice Francisco: “En esta multitud, en este abanico de religiones, hay una sola certeza que tenemos para todo: todos somos hijos de Dios”.

¿Es ésa la “sola certeza” que tiene el Papa? ¿Cree Francisco que la “sola certeza” que tenemos los demás católicos es ésa? ¿En nombre de quién habla?

Seguidamente los mismos cuatro protagonistas dicen, uno tras otro, la misma frase: “Creo en el amor”. (Un amor que no es caridad, porque excluye al único Dios verdadero.) Y terminan mostrando a la cámara, primero individualmente y luego todos a la vez, cuatro objetos: un buda, una menorá (candelabro judío), un Niño Jesús y un tasbih (“rosario” musulmán), mientras la voz en off de Francisco invita a compartir su intención de enero.

Resulta hiriente que el vídeo se haya dado a conocer en la festividad de la Epifanía del Señor, fiesta de la manifestación del Redentor a los hombres personificada en la adoración de los Reyes Magos. Los sabios que acudieron a Belén a postrarse ante el Hijo de Dios tenían la “sola certeza” de que ese recién nacido era el Salvador del mundo. El vídeo transmite la idea contraria, y como para hacer más inicua la afrenta, no representa a Nuestro Señor con una Cruz (el signo cristiano por excelencia), sino con la imagen tierna e inocente de un Niño Jesús. ¡Qué horrible regalo de Reyes!

Francisco invita constantemente a quienes le escuchan a rezar por él.  Visto este vídeo, no hay duda de que debemos hacerlo.