Italia: Una nueva procesión en reparación por el "Orgullo Gay"

Si los italianos ya se acostumbraron a ver invadidas sus calles y plazas cada año por el "desfile del orgullo gay y lésbico", ¡imaginen su sorpresa al ver una procesión en reparación organizada como respuesta a estos lamentables eventos!

Varios cientos de católicos - algunas fuentes dicen que 600 - partieron de la Porta di Santo Stefano, bajo la dirección espiritual de los sacerdotes de la FSSPX, en una procesión que la oposición llamó "una manifestación de intolerancia", aunque, estrictamente hablando, fue una acción litúrgica, prescrita por la Iglesia y establecida en el Ritual Romano.

Siguiendo el modelo de las Rogativas, celebradas durante los tres días inmediatamente anteriores a la Ascensión, la procesión penitencial se llevó a cabo con un sacerdote vestido con ornamentos morados, y estuvo precedida por una cruz, varias velas llevadas por los acólitos, incienso y muchos fieles.

Durante la procesión se cantaron las Letanías de los Santos, para invocar la protección celestial y hacer un acto de reparación por los pecados públicos y evitar los castigos justamente merecidos. También se rezaron los Misterios Dolorosos del rosario, así como las Letanías del Sagrado Corazón de Jesús y el Acto de Reparación al Sagrado Corazón del Papa Pío XI, todo esto frente a la atenta mirada de los periodistas y al son de los clicks de las cámaras.

La reparación es un concepto fundamental en la teología católica, el cual estipula que la virtud de la justicia, cuando es ofendida por el pecado, requiere compensación, la cual puede consistir en el castigo del culpable - ya sea eterno o temporal - o en un acto que restaure el orden infringido por el desorden del pecado. El desorden que los organizadores de la procesión intentaron reparar fue el ocasionado por el movimiento del "Orgullo Gay".

Los representantes de la jerarquía católica local no quisieron ser vinculados a esta exhibición, ni recibieron a los participantes dentro o alrededor de la catedral.

Frente a la subversión satánica del orden natural y los creciente ataques hacia la familia y el matrimonio, es necesario, hoy más que nunca, proclamar los derechos de Cristo Rey sobre la sociedad y las instituciones.