Itinerario de Monseñor Fellay durante su viaje a México, 10-25 noviembre 2018

Fuente: FSSPX Actualidad

Sábado 10 de noviembre

Llegada a la Ciudad de México por la noche. Fue el Padre Amozurrutia quien me recogió en el aeropuerto. Hacia las 11:00 pm., llegamos a la sede del Distrito.

Domingo 11 de noviembre

Misa pontifical ¡y confirmaciones para 80 fieles! Estuvieron presentes los Padres de la sede del Distrito: Amozurrutia, Lethu y Guiscafré; y los padres del Priorato: Mouroux, Rodríguez y Hone.

Lunes 12 de noviembre

Vuelo con destino a Chihuahua donde me recibió el Padre Ramírez, el joven prior originario de Colombia. El Padre Puga, que generalmente se ocupa de esta capilla, también estuvo presente.

Por la noche, se celebraron las confirmaciones para 23 fieles y una Misa cantada. Desgraciadamente, esta capilla ha sufrido la separación de la "resistencia". Con la partida del Padre Cardozo, perdimos casi la mitad de los fieles. Algunos han regresado, y otros nuevos han llegado. Actualmente, tenemos alrededor de 120 fieles en esta capilla, que está a unos 500 kilómetros del Priorato de Gómez Palacio, encargado de atenderla. Esto significa un viaje de alrededor de 5 horas en auto, y 6 o 7 en autobús, preferido por nuestros sacerdotes.

Martes 13 de noviembre

Un trayecto que nos tomó prácticamente todo el día.

Miércoles 14 de noviembre

Por la noche, se celebraron las confirmaciones y una Misa cantada en nuestra capilla de Gómez Palacio, la cual es más antigua que el Priorato. Éste último fue adquirido hace poco y establecido por el Padre Mathieu, un benedictino que actualmente es profesor en nuestro seminario de Dillwyn. ¡El toque discretamente benedictino de la construcción puede verse en todas partes! Fue el Padre Cardozo quien ayudó a establecer la capilla de Gómez. Cuando adquirimos esta propiedad, se encontraba en medio del campo. ¡Hoy, está perdida en medio de una ciudad! 

Aquí, tuvimos la dicha de conferir el sacramento de la confirmación a 16 almas, frente a una gran cantidad de fieles. Durante estos días, se desató una inusual ola de frío, que comenzó por la noche en Chihuaha y nos acompañó hasta Gómez Palacio.

Jueves 15 de noviembre

Abordé un avión con destino a Guadalajara, donde el Padre Gardère me recibió en el aeropuerto y me llevó al Priorato, que se encuentra en el centro de la ciudad. Está compuesto por tres casas unidas, lo que da como resultado una casa de muy buen tamaño.

El Padre Mota también estuvo presente, así como el Padre Héctor Guiscafré, quien se encontraba de vacaciones, y a quien volvería a ver en León, donde reside una parte de su familia.

Viernes 16 de noviembre

Día libre. Realizamos una peregrinación al santuario de Nuestra Señora de Zapopan, el cual tiene una basílica maravillosa.

Sábado 17 de noviembre

Misa solemne y 33 confirmaciones, seguidas de un pequeño convivio donde todos los fieles se reunieron en el patio de la Iglesia para compartir la mesa. Estamos en México, y la persecución religiosa ha dejado su marca. Es por esto, que tanto nuestra capilla como nuestra escuela, que están frente al Priorato, ubicado al cruzar la calle, no son visibles desde el exterior y parecen más bien una especie de fábrica. Sin embargo, con el paso de los años, se han ido añadiendo algunas señales que indican que se trata de un edificio religioso. Una vez cruzada la pequeña puerta, la escuela, y al fondo, la capilla tienen un aspecto muy agradable a la vista.

Al final del día, partimos con destino a León. El Padre Mota fue el encargado de llevarme a esta ciudad, y él se regresaría esa misma noche a Guadalajara. Fue un trayecto de unas dos horas, a través del cual recorrimos paisajes muy lindos. ¡México es un país muy hermoso!

Domingo 18 de noviembre

Misa solemne y confirmaciones. Ésta vez fueron 43 los nuevos soldados de Cristo a quienes conferí el sacramento de la confirmación en este bastión de la cristiandad. Muy cerca de León, en el cerro del Cubilete, se encuentra una gigantesca estatua de Cristo Rey. El Padre Jiménez es el prior del Priorato de León, y el Padre Fallarcuna es su colaborador. Sólo ellos dos atienden este Priorato, pero gracias a la presencia del Padre Guiscafré pudimos celebrar una Misa solemne.

Por la noche, compartí una cena muy agradable con una parte de la familia Guiscafré. El padre del Padre Guiscafré también se encontraba presente. Aunque su edad ya es muy avanzada, conserva intactas sus facultades mentales. Padece el mal de Parkinson, por lo que ya no puede hablar, pero se comunicaba conmigo a través de su tablet.

Lunes 19 de noviembre

Vuelo con destino a la Ciudad de México. Y al llegar, día libre... bueno, de las 4:00 p.m a las 6:00 p.m.

Martes 20 de noviembre

Otro vuelo, esta vez con destino a Oaxaca, al sur del país, donde fue el Padre Rodrigo Fernández quien acudió al aeropuerto a recogerme. El Padre Rodríguez reside en el Priorato de Orizaba, y fue el encargado de llevarme a Tlaxiaco. Esta ciudad es "famosa" en el mundo de la Tradición en México. En 1981, durante la visita de Monseñor Lefebvre, los fieles le entregaron las llaves de las iglesias que ocupaban en ese momento. Actualmente, sólo nos queda una de estas iglesias... Ésta es una de las páginas memorables de nuestro apostolado en México.

El paisaje me recuerda un poco a la Provenza, con sus pinos y sus colinas. El clima aquí es muy seco. Por la noche, llegamos, finalmente, a Tlaxiaco. Los fieles nos esperaban frente a la iglesia. Estas almas han resistido al modernismo y, todavía hoy, el obispo local intenta despojarlos de su iglesia... En el pasado, la lucha fue muy violenta, ahora, el asunto está en manos de la justicia. Luego de haber perdido la primera instancia, el obispo presentó una apelación.

El Padre Magaña confesó a los fieles antes de que el Padre Rodrigo celebrara la Misa. Posteriormente, compartimos la mesa con el Comité de Defensa de la Iglesia, dedicado a San Nicolás, y el cual es conocido por el "Señor del Rescate" y por las celebraciones de la Semana Santa, donde todos los días alrededor de mil fieles realizan una procesión por las calles para celebrar la Pasión de Nuestro Señor llevando una de las estatuas de la iglesia.

La ciudad de Tlaxiaco también es famosa por la colonia francesa que se estableció allí, la cual era tan grande que la ciudad era conocida como la "Pequeña París". Los fieles me explicaron que ésta fue la razón inicial de nuestra presencia en este lugar, pues los Padres Faure y Babinet tenían varios conocidos entre los miembros de esta antigua colonia.

Miércoles 21 de noviembre

Fiesta de la Presentación de la Santísima Virgen. Horario del día: 27 confirmaciones y una Misa cantada. Tuvimos que empezar con un ligero retraso, porque los fieles de Oaxaca, que se encontraban de camino para asistir a las confirmaciones, fueron bloqueados por un grupo de manifestantes.

Luego de la celebración, tuvo lugar una comida para todos los presentes en la antigua capilla de madera, adyacente a la iglesia. En la foto se puede ver la gigantesca construcción, que data de inicios del siglo XX. Debido a la frecuencia de los terremotos es necesario que las construcciones sean extremadamente sólidas. Y, sin embargo, el terrible terremoto del 2017 movió la cúpula. El Padre Rodrigo, que se encontraba aquí durante el terremoto, lo describe como el movimiento que se siente al montar sobre un caballo en galope. La mesa y los libros volaron 50 cm por encima del suelo... ¡Debe haber sido un caballo muy inquieto!

Por la noche, nos pusimos a mirar fotos viejas. Reviví el pasado, con la visita de Monseñor Lefebvre en 1981, ¡que confirmó a 815 almas en tres días! Las fotos son muy emotivas. Se remontan hasta los inicios de nuestro apostolado en México. Fue aquí, junto con Zapotiltic y Orizaba, que comenzó nuestro apostolado. Los Padres Babinet, Faure y Ramon Anglès fueron los primeros en aventurarse a venir para mantener viva la llama en los corazones mexicanos. 

La escuela, y al fondo, la iglesia de Guadalajara.

Jueves 22 de noviembre

Fiesta de Santa Cecilia. Luego de haber celebrado la santa Misa, y de una copiosa comida, nos pusimos en camino... sólo que había un problema: el camino seguía bloqueado por los habitantes de Tlaxiaco que protestaban contra una injusticia; aparentemente, el gobernador les prometió construir un hospital, y no ha cumplido su promesa... Nuestro anfitrión, el Sr. Cisneros Montes, habló con los manifestantes, quienes finalmente nos dejaron pasar. Luego de abandonar la "Heroica Ciudad de Tlaxiaco", a las 10:00 a.m., llegamos a las 6:00 p.m. al Priorato de Orizaba. ¡Los paisajes que recorrimos son maravillosos! 

Más tarde, llegamos a la ciudad de Puebla, y a la muy interesante ciudad de Tehuacán, famosa por su ónix, entre otras cosas. Uno de nuestros fieles más antiguos, el Sr. Flores, se reunió con nosotros a la hora de la comida en un restaurante de comida típica, donde nos contó la historia de los inicios de la Fraternidad en esta región, pues él llevó a los Padres Babinet, Faure y Ramon Anglès hasta Tlaxiaco, desde Zapotiltic. ¡Una mina de recuerdos!

Pasamos también junto al Pico de Orizaba, la montaña más alta de México y la tercera de América del Norte, ¡con un volcán que mide más de 5,600 metros! Esta montaña domina la ciudad de Orizaba, donde tenemos nuestro Priorato. El clima suele ser nublado, pues el aire caliente proveniente del mar se condensa con el frío y la altitud. 

Todos los Padres del Priorato estaban presentes: los Padres Leon y Gensbittel, además del prior, el Padre Magaña y el Padre Rodrigo, quien me acompañó.

Viernes 23 de noviembre

Confirmaciones y Misa en el Priorato de Orizaba. Este Priorato es muy agradable debido a su claustro, que permite a los sacerdotes tener una vida separada del contacto con los fieles. Está integrado por dos partes. De un lado, el claustro con las habitaciones de los sacerdotes y las áreas comunes, del otro, la capilla, sobre la cual se construyeron cuartos y una sala de conferencias para los retiros. Esta parte del Priorato también cuenta con un jardín muy grande, donde los ejercitantes pueden salir a caminar. Es una lástima que casi todos los árboles frutales fueron talados para poder crear el jardín. Pero me aseguraron que más adelante se plantarán nuevos árboles...

La ceremonia de confirmaciones tuvo lugar a las 2:00 p.m. para permitir que los fieles de Puebla pudieran desplazarse hasta Orizaba. Luego de las confirmaciones, se celebró una Misa solemne en honor al Espíritu Santo. La capilla estaba repleta. El prior me dijo que en un domingo normal, alrededor de 120 fieles asisten al santo oficio. Posteriormente, todos los presentes compartimos la mesa.

Sábado 24 de noviembre

Comenzamos nuestro día con una pequeña expedición a la Sierra Negra, la quinta cima más alta de México, con sus 5.480 metros de altura, que se encuentra justo al lado del Pico de Orizaba. En la cima se encuentra un observatorio astronómico. Desde ahí se puede disfrutar de una vista espléndida de México, ¡con sus planicies y sus volcanes! Fue el Padre Gensbittel quien me acompañó, pues él es el encargado de atender la Misión de Puebla.

Después de nuestra expedición, regresamos a Puebla para visitar nuestra iglesia en construcción, cuyo complejo ya está siendo usado como escuela. ¡Es una construcción muy grande que muestra en todo su esplendor la vitalidad de México!

Un joven de la familia Guiscafré me llevó hasta la Ciudad de México, a donde entramos por la zona norte, lo cual permite un acceso más directo hacia nuestro Priorato. Pasamos junto al volcán Malinche, en vez de tomar la carretera que corta entre el Popocatéptl y el Iztaccíhuatl por un lado y el volcán Tláloc por el otro. Paisajes fastuosos de ambos lados. También pasamos por las pirámides de Teotihuacán, tan imponentes por su gigantesca altura, y testigos de la terrible religión azteca.

Domingo 25 de noviembre

Último domingo del año. Misa solemne en el convento de las Madres Mínimas, ubicado justo debajo de la sede del Distrito. ¡Las religiosas nos recibieron con gran pompa y la habitual lluvia de pétalos de rosas! Los sacerdotes que residen en la Ciudad de México se dividen entre la Misa celebrada en el convento a las 8:00 a.m. y las otras tres Misas celebradas en el centro de la ciudad.

Al mediodía, platiqué con el Superior de Distrito sobre mi visita y tuvimos una charla muy interesante sobre las particularidades del apostolado en México y la forma de trabajar de nuestros sacerdotes.

Por la noche, una visita a Nuestra Señora de Guadalupe, Emperatriz de América, para confiarle nuestro apostolado en este hermoso país, y en toda América, e implorar su protección sobre nuestra amada Fraternidad.

Monseñor Bernard Fellay