La necesidad imperiosa de las escuelas católicas
Se acerca ya el inicio de clases, y es momento de que los padres católicos elijan la escuela a donde enviarán a los hijos que Dios les ha confiado para llevarlos al cielo. De su decisión dependerá la formación y futuro de las siguientes generaciones de católicos.
Es necesario que los obispos se esfuercen al máximo por apartar a la grey que les ha sido confiada de todo contacto con las escuelas públicas. Para ello, lo más necesario, según la opinión general, es que en todas partes los católicos tengan sus propias escuelas y que éstas tengan el mismo nivel que las públicas. Habrá, pues, que cuidar con atención el establecer escuelas católicas, donde sea que haga falta, que proporcionen una instrucción y una formación equivalente a las de las escuelas públicas, o desarrollar y mejorar las que ya existan. Para la realización de este proyecto tan santo y necesario, será muy útil (si los obispos lo juzgan pertinente) llamar a miembros de congregaciones religiosas, tanto hombres como mujeres. A fin de que los recursos necesarios para una obra tan grande sean aportados y provistos abundantemente por los fieles, cuando se de la ocasión, es imperiosamente necesario que por medio de cartas pastorales o en reuniones o citas privadas, se recuerde a los fieles que si no procuran que este tipo de proyectos reciban todo su cuidado y recursos posibles, estarían faltando gravemente a su deber. Este aviso será principalmente dirigido a los fieles que se distingan por su riqueza, por su influencia sobre el pueblo y a aquellos que formen parte de las asambleas legislativas.
Pío IX, 24 de noviembre de 1875:
En sus regiones, no existe ninguna ley civil que impida a los padres formar en las ciencias y en la piedad a sus hijos dentro de sus propias escuelas, si ellos lo juzgan correcto. Por tanto, depende del mismo pueblo católico prevenir y evitar la amenaza que representa para el catolicismo la institución de escuelas públicas al catolicismo."
Es necesario que los bautizados reciban una educación acorde a su dignidad y vocación, y es por eso, que los cristianos necesitan imperiosamente tener escuelas católicas. Este tipo de instituciones se desprenden del mismo catolicismo. Si esto fuera algo imposible o muy difícil de llevar a cabo, se pueden buscar paliativos, aunque, finalmente, no dejan de ser sólo eso, por lo tanto hay que esforzarse por regresar a la institución original. Es necesario recordar la importancia primordial del catecismo… ya que cuando las escuelas están en contradicción con él (como es el caso en nuestro país) la fe del niño se pone en peligro.
Hay que tomar en cuenta que la fe y las buenas costumbres no se podrían jamás desarrollar en una escuela que no toma en cuenta a Dios para nada, aún en el caso de que enseñaran el catecismo perfecto. De entrada, el profesor tiene a los niños durante seis horas por día, al menos oficialmente, y éste no puede decir, ni saber, ni hablar acerca de la existencia y amor de Dios, y el poco catecismo dado media hora a la semanas no servirá.
Padre R.-Th. Calmel, Escuela Cristiana Renovada.
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