La perplejidad legítima de un Vaticanista

Fuente: FSSPX Actualidad

A principios de diciembre de 2017, apareció la edición impresa del nuevo volumen del Acta oficial de la Santa Sede. En ella encontramos la carta en la que el Papa aprueba el criterio laxista adoptado por los obispos de la región de Buenos Aires para la aplicación del Capítulo VIII de Amoris laetitia, que trata sobre la comunión para las personas divorciadas y "vueltas a casar".

Además, esta publicación oficial de los dos documentos, el texto de los obispos argentinos y la carta de aprobación del Papa, va acompañada de la expresión "velut magisterium authenticum”, es decir, enseñanza magisterial auténtica.

Con esto pareció entonces que Francisco quiso disipar de una vez por todas las ambigüedades de Amoris laetitia, eliminando toda duda respecto a su voluntad de que en ciertas condiciones los divorciados que se han vuelto a casar pueden acceder a la comunión eucarística, aunque continúen conviviendo "more uxorio" (es decir, teniendo relaciones maritales). En efecto, escribe en su carta que el texto de los obispos argentinos "explica cabalmente el sentido del capítulo VIII de Amoris laetitia. No hay otras interpretaciones.

Pero esta última frase plantea algunas dudas. Si la de los obispos de la Región de Buenos Aires es realmente la única interpretación admitida por el Papa, ¿entonces qué finalidad tienen las afirmaciones solemnes escritas por el Papa al comienzo de "Amoris laetitia", según las cuales es justo que "subsistan diferentes maneras de interpretar algunos aspectos de la doctrina o conclusiones que se derivan de ella", por lo que "en cada país o región se pueden buscar soluciones inculturadas, atentas a las tradiciones y a las necesidades locales? (AL 3)

¿Qué finalidad tendrían, por ejemplo, interpretaciones más restrictivas, como la de los obispos polacos o la del arzobispo de Filadelfia (Estados Unidos), Charles Chaput? ¿O, por el contrario, interpretaciones más arriesgadas, como la de los obispos alemanes o la del todavía más temerario obispo de San Diego (Estados Unidos), Robert McElroy? ¿Todas deberían circunscribirse a los criterios fijados por los obispos argentinos, debido a que "no hay otras interpretaciones"?

¿Pero también en Argentina, no ha ido mas allá de los criterios prudenciales fijados por sus hermanos obispos de la Región de Buenos Aires el obispo de Reconquista, Ángel José Macín, cuando festejó publica y colectivamente en la catedral el retorno a la comunión de treinta parejas de divorciados "vueltos a casar" y que siguen conviviendo more uxorio?

Y más aún. No es claro en lo absoluto el significado de "magisterio auténtico" aplicado tanto a la "carta apostólica" del papa Francisco como a la carta adjunta (de los obispos argentinos). Ni se ve cómo puede conciliarse este acto del "magisterio" con el canon 915 del Código de Derecho Canónico, el cual prohíbe la comunión a los que "obstinadamente perseveran en un pecado grave manifiesto"

Sandro Magister también señala que estas dudas son compartidas por el canonista estadounidense Edward Peters, en su blog Light of Law, en un ensayo publicado el 4 de diciembre. ¿Puede Amoris Laetitia, en nombre de una supuesta "misericordia pastoral" liberarse de la enseñanza del Evangelio sobre el matrimonio y de la ley de la Iglesia respecto a este sacramento?