La verdadera tolerancia - Palabras de Monseñor Lefebvre

Fuente: Distrito de México

He aquí unas palabras de Monseñor Marcel Lefebvre, fundador de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, sobre la tolerancia y el peligro de confundirla con la aprobación. El mal se tolera pero no se aprueba.

León XIII habla de la tolerancia en Libertas Praestantissimum. Entendemos que sea necesaria en los Estados, pero una cosa es tolerar y otra dar un derecho. El mal se tolera pero no se aprueba. Es algo que ya vemos en nosotros mismos: somos pecadores y tenemos tendencias malas ¡pero no vamos a suicidarnos porque no podemos tolerar nuestros vicios! En cierta medida, tenemos que soportarnos, sin aprobar por ello nuestros vicios. Los soportamos, intentando combatirlos y restablecer el orden en nuestra propia persona. Lo mismo vale para las sociedades: están enfermas. Querer suprimir todo mal, sería hacer que la vida social fuera imposible. ¡No vamos a matar a la sociedad! Los Estados se ven obligados a tolerar ciertas cosas.

Antes se llamaba “casas de tolerancia” a lo que eran casa de prostitución. El Estado juzgaba que tenía que tolerar eso porque si hubiera querido suprimirlas, la prostitución se hubiera extendido por todas partes y hubiera sido peor que reglamentarla. El Estado es el que tienen que decidir si hay que tolerar o no. Estado y los príncipes católicos, que atacaban el vicio y los pecados públicos, toleraban esas casas, pero era una libertad muy limitada.

Veamos qué nos dice León XIII sobre la tolerancia:

A pesar de todo, la Iglesia se hace cargo maternalmente del grave peso de la humana flaqueza, y no ignora el curso de los ánimos y de los sucesos por donde va pasando nuestro siglo. Por esta causa, y sin conceder el menor derecho sino sólo a lo verdadero y honesto, no rehúye que la autoridad pública tolere algunas cosas ajenas a la verdad y a la justicia, a fin de evitar un mal mayor o de adquirir o conservar un mayor bien”.

El Papa recuerda que Dios mismo permite el mal, aunque Él no lo quiere; no puede quererlo pero lo permite en vista de un bien mayor o para evitar un mal mayor.

Tolerar no significa conceder un derecho

 

¿Tengo que recordar que antes del Concilio se habían redactado dos propuestas o esquemas, del cardenal Bea -sobre la libertad religiosa- y el del cardenal Ottaviani -que hablaba de la “tolerancia religiosa”? Ahora bien: la tolerancia religiosa es realmente la doctrina tradicional de la iglesia, según la cual no se puede hablar de libertad de las religiones. El error se tolera en ciertos casos, pero no se le reconoce un derecho natural.

Por ejemplo: en países como Alemania, donde hay la misma cantidad de católicos que de protestantes, no se puede suprimir el protestantismo. Pero en Estados tan católicos como España, donde había muy pocos protestantes, las leyes favorecían precisamente al catolicismo, impidiendo el desarrollo de instituciones. Eso fue así hasta que el Generalísimo Franco, por presión del Vaticano, acabó concediendo la libertad de cultos, y entonces los protestantes crecieron en número y luego llegaron los testigos de Jehová.

Monseñor Marcel Lefebvre+

SOY YO, EL ACUSADO, QUIEN TENDRÍA QUE JUZGAROS