Las 5 fundadoras del Monasterio San José recibieron el hábito benedictino

Fuente: District of the USA

Desde la época de San Benito y Santa Escolástica, hermanos santos, ha habido monasterios benedictinos, tanto masculinos como femeninos, que a menudo se encuentran cerca uno del otro en memoria de la cercanía de la primera familia benedictina.

Desde que Monseñor Lefebvre bendijo la fundación del monasterio benedictino para hombres, en Estados Unidos, en 1991, el Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, las jóvenes no paraban de preguntar a los monjes: "¿Cuándo habrá un convento benedictino en Estados Unidos para las chicas estadounidenses?" Pero conforme pasaban los años, a pesar del gran deseo y de las oraciones y esfuerzos, parecía que no sería posible la fundación de un convento. Los mismos monjes tenían que realizar verdaderos esfuerzos heroicos para poder sobrevivir y construir su propio monasterio en medio de las penurias extremas provocadas por el suelo rocoso, seco e implacable de una árida montaña ubicada en el suroeste de Nuevo México. Durante 25 años o más, las jóvenes de habla inglesa que sentían en sus almas el llamado para unirse a las Benedictinas no tenían otra opción que abandonar su tierra natal y su cultura, aprender un nuevo idioma e ingresar a un convento Benedictino francés. Este inconveniente resultó ser una situación extremadamente difícil para muchas.

Pero, finalmente, todos esos años de esperanzas, oraciones y sacrificios dieron sus frutos en el tiempo de Dios, y Él eligió el 2018 para ser el año bendito que vería por fin la fundación del Monasterio de San José, ¡un convento benedictino para América del Norte! Este convento fue fundado con la bendición, caridad y patrocinio especial de Su Excelencia Monseñor Bernard Fellay. En febrero de 2018, él predicó personalmente el primer retiro y orientó a 10 jóvenes que estaban considerando seriamente la vida benedictina. Cinco de ellas comenzaron imediatamente su postulantado, y en octubre de 2017, estaban listas para convertirse en novicias y en las fundadoras oficiales de este convento estadounidense. Monseñor Fellay les había prometido en febrero que regresaría y celebraría esta ceremonia, y para deleite de ambas comunidades, pudo cumplir su promesa.

Muchas otras jóvenes han visitado el convento este año, y algunas se unirán muy pronto a esta familia, mientras que otras han discernido con sus directores espirituales que pueden ingresar sin ninguna dificultad.

Las fundadoras son los frutos de las parroquias de la FSSPX y están felices de haberse unido a la rama contemplativa de la gran obra de la Tradición. El Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe y el Monasterio de San José piden sus oraciones para la perseverancia de sus vocaciones, y piden también su ayuda para poder construir más celdas para las excelentes vocaciones que están tocando a sus puertas.

Puede apoyar a esta gran obra comprando regalos navideños en su tienda de regalos en línea, Abbey Roast Coffee, o enviando donaciones a:

Our Lady of Guadalupe Monastery (ellos proveen a las hermanas)

142 Joseph Blane

Silver City NM 88061-9799

Sermon of Bishop Bernard Fellay During the Ceremony:

Dear Future Sisters, Dear Reverend Fathers, Dear Faithful,

We have on this Feast of St. Margaret Mary, who is the second patron of the Order (of St. Benedict -ed) this great deep joy to give the habit to these initiates to the novitiate for the future Benedictines here. 

The ceremony itself has 2 parts.  The sister will come here and they will deposit their hair and then they will receive the habit, the Benedictine habit.  It is something similar: we can see a parallel to what is happening to the Brothers or to the Clerics.  The Church requests from them, too, the hair, and then gives the habit.  There is a difference, though.  For the Brothers, for the Clerics, the ceremony has a name – “Tonsure”.  And for the Sisters, we just speak about the taking of the habit, the investiture, receiving, being vested.  Maybe because it is too hard to talk about the first part!  But fundamentally, it’s the same thing, and we really we may ask ourselves and the world will ask, “Why is the Chuch so barbarian?!” What is belonging to the honor of the woman the Church wants the women to give.  But not only to give -- she requests the bishop to do this “monstrous” act! 

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