Las reliquias de San Nicolás de Myra visitan Moscú
Las reliquias de San Nicolás de Myra dejaron la ciudad italiana de Bari - por primera vez en 930 años - para ser recibidas en Moscú en la catedral de Cristo el Salvador el 21 de mayo, provocando un verdadero frenesí religioso.
Una de las costillas del santo fue expuesta en la catedral de Cristo el Salvador y ya ha sido venerada por más de 50,000 peregrinos desde el 22 de mayo. Los peregrinos no vacilaron en hacer largas filas de varios metros de longitud, que se extendían por los muelles de Moscova, para poder tocar el relicario que contiene la costilla izquierda - "la más cercana al corazón", según señalan piadosamente los rusos - de uno de los santos más venerados en Rusia.
A su llegada a la capital rusa, las reliquias fueron recibidas en el aeropuerto con honores militares. El presidente Vladimir Putin - quien asistió públicamente a venerar la costilla de San Nicolás - expresó en nombre de toda Rusia su profunda gratitud "hacia el papa y la Santa Sede por la decisión que tomaron gracias a la solicitud del patriarca," y habló del "importante papel" que la Iglesia católica desempeña para "unir más a la gente". Lo anterior es un singular homenaje hacia la diplomacia del Vaticano, que a instancias del cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin, ha realizado esfuerzos especiales para intensificar las relaciones con Rusia y limpiar el campo minado con la Iglesia "ortodoxa" autocéfala.
El acuerdo para que las reliquias viajaran a Rusia fue realizado durante la reunión del patriarca ruso Cyril con el Papa Francisco el 12 de julio del 2016: las reliquias serán transferidas a San Petersburgo, y luego regresarán a Bari al final del mes de julio.
"Aunque nunca vino a nuestro país, ni conoció nuestra cultura, estuvo a nuestro lado durante la sangrienta y difícil historia que nuestro pueblo ha vivido," declaró el patriarca Cyril - jefe de la Iglesia rusa "ortodoxa" - mientras hacía una genuflexión frente al relicario. "San Nicolás, reza por la unidad de la Iglesia oriental y occidental," finalizó.
En Rusia, la devoción a San Nicolás se remonta a los siglos 11 y 12; en ese entonces era practicada casi en su mayoría por los círculos aristócratas de la sociedad rusa medieval. La devoción se volvió más popular después de que las relaciones sociales en el este de Europa se transformaron, cuando los valores de los nobles fueron transmitidos a los círculos burgueses.
Estos sectores sociales consideraban esta devoción como algo muy prestigioso. Más tarde, gracias a la diversidad y la difusión de los textos hagiográficos de los siglos XV y XVI, que comenzaron una traidición oral, la devoción a San Nicolás se propagó y penetró otros grupos sociales rusos.
Durante las revoluciones económicas de los siglos XVII y XVIII, esta veneración se arraigó profundamente en la cultura popular y se convirtió en un símbolo de Rusia, y se fortaleció con los nombres de los zares, lo cual fue visto como una forma de mostrar su apego a su pueblo.
Sources: La Croix / Sputnik / Le Figaro / egliserusse.eu – FSSPX.News 6/1/17