Mantener la fe por medio de la Misa de siempre - Palabras de Mons. Lefebvre

Fuente: Distrito de México

¿Cuál es el medio para conservar la fe católica? Conservar la Santa Misa, que es la piedra fundamental de la Iglesia, pues constituye el tesoro que nos dio Nuestro Señor Jesucristo. “Éste es el cáliz de mi Sangre, del nuevo y eterno Testamento”.

El Testamento de Nuestro Señor Jesucristo es su Sangre derramada por la remisión de los pecados. Conservamos la Misa no porque es de rito latino sino porque encierra explícitamente las verdades de la fe. Hay misas de otros ritos, pero todos ellos contienen las verdades de nuestra fe católica y las proclaman.

Tenemos que aferrarnos con toda nuestra alma y con todo nuestro corazón al santo sacrificio de la misa porque es por este medio por donde alcanzaremos realmente lo que ha hecho por nosotros el amor de Dios. Pues si alguna prueba hay del amor de Dios por nosotros, es claramente Nuestro Señor Jesucristo crucificado en la Cruz. ¿Qué más podía hacer sino inmolarse en la Cruz para redimirnos de nuestros pecados?

No podemos abandonar el culto de Nuestro Señor Jesucristo, y aunque sea en una sala como ésta, que vosotros habéis procurado preparar lo más dignamente posible para reuniros, vosotros continuáis la Iglesia católica. Es lo que ya decía san Atanasio a los que lo criticaban porque quería mantener las tradiciones: “Vosotros tenéis las iglesias, pero nosotros tenemos la fe. Quedaos con las iglesias si queréis, guardad los templos, pero nosotros guardamos la fe”. Es lo que vosotros decís al venir a una de estas salas: “Quedaos con vuestras iglesias, ya que nos impedís adorar realmente en ellas a Nuestro Señor Jesucristo. Nosotros queremos guardar la fe y continuar la Iglesia”. De este modo estáis manifestando que queréis reuniros alrededor del altar, del santo sacrificio de la misa y de los sacerdotes que hacen las funciones litúrgicas del mismo modo que la Iglesia lo ha hecho siempre, y para guardar vuestra fe y la de vuestros hijos. Es el mayor servicio que podéis prestar a la Iglesia, a la espera de que un día podáis volver a llenar vuestras iglesias, que fueron construidas para este culto y no para un culto que se parece al protestante.

Queremos guardar la fe católica a través de la misa católica y no de una misa ecuménica, que aun si es válida y no es herética, favorece la herejía.

La única actitud lógica para guardar la fe católica es guardar la misa católica, y esta misa es contraria al espíritu del Concilio, al ecumenismo, a la colegialidad y también al liberalismo que hay en el Concilio. Nuestra misa es la del sacrificio, y sólo hay un sacrificio que nos abre las puertas del Cielo: “Tu devicto mortis aculeo..., Tú, librándonos de las cadenas de la muerte, nos has conducido al Cielo por la Cruz”. La Cruz es el camino que nos lleva al Cielo. El sacrificio de Nuestro Señor es la senda real que nos lleva a la eternidad. No hay otro camino.

Para nosotros lo que cuenta es celebrar nuestro santo sacrificio según la tradición de nuestros Padres, de los Apóstoles y de los que les siguieron y nos trasmitieron este rito, que fue restaurado por San Pío V, San Pío X y por Juan XXIII.

LA MISA DE SIEMPRE

MONSEÑOR MARCEL LEFEBVRE+