María Reina - 31 de mayo

Fuente: Distrito de México

"Aleluya, aleluya. Salve, Reina de misericordia: defiéndenos tú del enemigo, y recíbenos en la muerte, Aleluya." Reina dignísima del mundo, María Virgen perpetua, intercede por nosotros, tú que engendraste a Cristo Señor, Salvador de todos. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Como todos ustedes saben, nos encontramos en mayo, y por ende, en el mes dedicado a Nuestra Señora.

Una de las cosas que para un extranjero a veces puede llamar la atención (entiéndase en buen sentido por favor) es el gran afecto y devoción a Nuestra Señora. En muchos lugares donde se encuentran nuestras capillas, muchos padres de familia quieren llevar a sus hijos a que le ofrezcan flores a Nuestra Señora, mostrando una señal indiscutible de afecto a Ella, y un deseo ferviente de que esa costumbre continúe en ellos.

Desgraciadamente, la vida moderna no facilita que se perpetúen esas costumbres tan queridas por nuestros mayores. En la Ciudad de México, a excepción de los sábados, hay siempre muy poca gente.

Se entiende que hay problemas difíciles de sanear… el tamaño de la ciudad, el tráfico… y el sinnúmero de razones equívocas que nos damos para no realizar lo que debemos.

Eso no debería opacar nuestro espíritu y mucho menos disminuir nuestra devoción. Antes bien, estamos en frente de lucha y el mundo va tomando parte en nuestras vidas... La vida moderna se va imponiendo, y cada vez las personas dejan de tener deseos de rezar, de pedir, de suplicar al Cielo por las gracias que se necesitan tanto.

Hace falta tener al menos el deseo de que las costumbres de nuestros mayores perduren, y no sólo las costumbres, sino la manera de actuar y de pensar.

Así, pues, a aquellos que todavía no han tenido la oportunidad de regalarle una sencilla flor a Nuestra Madre, los queremos invitar a que el próximo 31 de mayo, fiesta de María Reina, pues, lo hagan. ¿Por qué? Porque ese día se rezará el rosario de manera solemne, y todos podremos presentarle a la Virgen María nuestras necesidades. Poner bajo su protección a nuestros familiares descarriados, nuestras enfermedades, tanto del cuerpo como del alma, nuestras necesidades, sean las que sean. Acudamos ese día a nuestra capilla, conduzcamos nuestra alma a María, reconozcamos su soberanía sobre nuestras almas, nuestras familia, y nuestra sociedad.

Y así mismo, en el poco tiempo que nos queda de este mes lleno de gracia…. recemos el Rosario con devoción. Quien es devoto del Rosario,  y lo rece todos los días de su vida, recibirá todo aquello que pide, recibirá de Dios protección contra las herejías, podrá destruir los vicios, podrá santificarse, no morirá de muerte repentina, se verá prontamente libre del purgatorio: los devotos del rosario gozarán una singular gloria en el cielo.

Mantengamos, pues, los tesoros que nos han legado nuestros mayores, y honremos con singular devoción a Nuestra Señora, quien ha construido esta patria y a quien tenemos que acudir en nuestras necesidades.

Que Dios los bendiga.

P. Ramírez


El Seamos Católicos es el boletín oficial del Priorato Nuestra Señora de Guadalupe de la Ciudad de México.

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