Mes de San José: el protector de la virginidad de María (7)
El gran San Gregorio de Nisa nos enseña esta verdad: la virginidad es lo que hace que Dios no pueda negarse a vivir entre los hombres.
Es la virginidad la que da alas a los hombres para volar hacia el cielo; y como es el vínculo sagrado de la familiaridad entre el hombre y Dios, une a través de su intermediario cosas que, por su naturaleza, son muy distantes entre sí.
Es por eso que vemos la dignidad de María y la de José, su casto esposo. Vemos la dignidad de María en el hecho de que su bendita virginidad fue elegida desde toda la eternidad para dar a Jesucristo al mundo; y vemos la dignidad de José en que esta pureza de María le fue confiada a su cuidado, y fue él quien guardó tan necesario tesoro para el mundo.
Oh José, cuida mucho este sagrado tesoro de la pureza de María. Ya que ha complacido al Padre Eterno proteger la virginidad de María bajo el velo del matrimonio, ya no se puede preservar sin ti; y tu pureza se ha vuelto, en cierto modo, necesaria para el mundo, a través de esta gloriosa misión que le ha sido confiada para preservar la pureza de María.
- Jacques-Bénigne Bossuet, Primer Panegírico de San José
Fuentes: Bossuet / FSSPX.News – 3/7/2019