Misión en la Huasteca Hidalguense
A principios de marzo dos Padres de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X fueron enviados a misionar en el fondo de la Huasteca Hidalguense.
Todo empezó cuando unas personas de un pueblito mexicano muy retirado descubrieron la misa tridentina y la vida católica tradicional gracias a las Madres Mínimas Franciscanas del Perpetuo Socorro de María, atendidas por los Padres de la FSSPX, en la Ciudad de México. Aquellas personas decidieron entonces pedir a los padrecitos venir a visitarlos a su pueblo situado a más de 6 horas de la capital para darles el alimento espiritual que tanto necesitan las almas hoy en día.
Por fin, después de varios meses, se pudo realizar el viaje o más bien la misión. Los padres pudieron celebrar la misa tridentina por primera vez, desde la revolución de la nueva misa (1969), en aquel pueblito. Descubrieron una población con una fe muy anclada, viviendo muy sencillamente, según las costumbres tradicionales de la Huasteca. Buena parte de la gente no hablaba español sino náhuatl, el idioma de los aztecas. Sin embargo, los Padres descubrieron una capillita nueva que los habitantes acababan de construir para la visita.
Lo esencial de la actividad de estos días se desarrolló entre confesiones, misas, bendiciones varias, y hasta hubo nueve primeras comuniones.
Como lo vemos, a pesar de haber sufrido muchos ataques de parte del enemigo, la fe católica sigue dando sus frutos, hasta en los lugares más retirados. ¡Dios está con nosotros y nunca nos abandonará si le somos fieles!
¡Viva Cristo Rey, Viva la Virgen de Guadalupe!