Natividad de San Juan Bautista - 24 de junio
San Juan Bautista, el Precursor del Mesías, es llamado en el Evangelio "el amigo del esposo" y Dios lo eligió para que preparase por medio de su predicación y de su bautismo de penitencia un pueblo perfecto. Bautizó a Cristo y oyó la voz del Padre que proclamó a Jesús como a su Hijo Predilecto. Vio también al Espíritu Santo bajar sobre Él en figura de paloma, y revelar que Jesucristo es el Cordero de Dios.
Normalmente, la Iglesia celebra el día de la muerte de un santo como su fiesta, llamándola su dies natalis, o el día de su nacimiento al cielo. Existen dos excepciones notables a esta regla, los nacimientos de la Santísima Virgen María y el de San Juan Bautista. Todas las demás personas estuvieron manchadas con el pecado original al momento de su nacimiento, por tanto, no eran agradables a Dios. Pero la Virgen María, desde el primer instante de su existencia, estuvo libre del pecado original, y Juan quedó limpió del pecado original en el vientre de su madre. Esta es la justificación dogmática para esta fiesta.
En su breviario, San Agustín explica que la razón por la que el nacimiento de San Juan Bautista es sagrada, mientras que en el caso de otros santos, sólo se honra el último día de sus vidas, es que el Señor deseaba anunciar a los hombres su propia venida a través del Bautista, pues si hubiera aparecido repentinamente, no lo hubieran reconocido. Juan representaba el Antiguo Testamento y la Ley. Por lo tanto, él precedió al Redentor, aun cuando la Ley precedió y anunció la nueva dispensación de la gracia.
El nacimiento de Jesús se celebra el 25 de diciembre, en el solsticio de invierno, mientras que el nacimiento de su predecesor se celebra seis meses antes en el solsticio de verano. La navidad es una fiesta "ligera"; lo mismo sigue siendo el día de hoy. La costumbre popular alrededor del "Fuego de San Juan" (fogatas encendidas en la vigilia de la fiesta) se deriva del dogma cristiano más sólido. El Fuego de San Juan simboliza a Cristo la Luz; Juan era una lámpara que brillaba y ardía. Nosotros los cristianos deberíamos ser la luz del mundo.
MISA
INTROITO
Desde el vientre de mi madre me llamó el Señor por mi nombre, e hizo de mi boca como una espada de dos filos: me protegió con su diestra, e hizo de mí como una saeta escogida. (Salmo) Bueno es alabar al Señor, y entonar salmos en su nombre, oh Altísimo. Gloria al Padre...
COLECTA
Oh Dios, que hiciste memorable este día por el nacimiento de San Juan: concede a tu pueblo la gracia de los goces espirituales, y guía a las almas de todos los fieles por el camino de la salvación eterna. Por Cristo Nuestro Señor.
EPÍSTOLA
San Juan Bautista fue llamado desde el vientre de su madre para traer a los hombres la salvación.
Oíd, islas remotas, y estad atentos, pueblos distantes. El Señor me llamó desde el vientre de mi madre; se acordó de mi nombre cuando yo estaba aún en el seno de mi madre, e hizo mi boca como una aguda espada; bajo la sombra de su mano me cobijó, e hizo de mí como saeta bien afilada, y me ha tenido guardado dentro de su aljaba. Y me dijo: Israel, tú eres mi siervo, y en ti seré Yo glorificado. Por lo que ahora el Señor, que me eligió para siervo tuyo desde el vientre de mi madre, me dice: Sábete que Yo te he destinado para ser la luz de las naciones, para que lleves mi salvación a los confines de la tierra. Los reyes y los príncipes, al verlo, se levantarán y te adorarán, por causa del Señor y del Santo de Israel, que te eligió.
GRADUAL
Antes de formarte en el seno materno, te conocí; y antes de que nacieras, te santifiqué. Alargó el Señor su mano, y tocó mis labios, y me dijo.
ALELUYA
Aleluya, aleluya. Tú, oh niño, serás llamado el Profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos. Aleluya.
EVANGELIO
Llegó a Isabel el tiempo de su alumbramiento, y dio a luz un hijo. Supieron sus vecinos y parientes la gran misericordia que Dios le había hecho, y acudían a felicitarla. El día octavo vinieron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, por ser ese el nombre de su padre. Pero su madre, oponiéndose dijo: De ningún modo, sino que ha de llamarse Juan. Le dijeron: "¿No ves que no hay nadie en tu familia que tenga ese nombre? Al mismo tiempo preguntaban por señas al padre del niño cómo quería que se le llamase. Y él, pidiendo la tablilla, escribió así: ¡Juan es su nombre! Esto llenó a todos de admiración. Recobró entonces el habla y uso de la lengua, y empezó a bendecir a Dios, y un temor se apoderó de todas las gentes comarcanas, divulgándose todos estos sucesos por todas las serranías de la Judea. Y cuantos los oían los meditaban en su corazón, diciéndose: ¿Quién pensáis ha de ser este niño? Porque la mano del Señor estaba con él. Zacarías, su padre, quedó lleno del Espíritu Santo, y profetizó diciendo: Bendito sea el Señor Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo. CREDO.
OFERTORIO
El justo florecerá como la palma, y dilatará sus ramas cual cedro del Líbano.
SECRETA
Oh Señor, llenamos de presentes tus altares, al solemnizar con el honor debido la Natividad de aquel que nos predijo la venida y nos mostró la presencia del Salvador del mundo Jesucristo, Nuestro Señor, tu Hijo, que contigo vive y reina.
COMUNIÓN
Tú, oh niño, serás llamado Profeta del Altísimo: irás delante del Señor (Jesús) preparando sus caminos.
POSCOMUNIÓN
Regocíjese tu Iglesia, Señor, con el nacimiento de San Juan Bautista, por quien conoció al Autor de su regeneración, Jesucristo Nuestro Señor e Hijo tuyo, que contigo vive y reina.