Peregrinación a Fátima del Distrito de México y América Central - Parte 3
Del 11 al 25 de agosto de 2017, tuvo lugar la peregrinación a Fátima, organizada por el Distrito de México y América Central. En esta tercera parte, hemos incluido una galería fotográfica con imágenes espectaculares del final de la peregrinación.
Posterior a este evento de tinte internacional, la peregrinación tuvo que despedirse de Fátima. Los siguientes lugares que visitó el grupo fueron Cáceres, Guadalupe y Toledo. En Guadalupe, sobre todo, los fieles pudieron remontarse hasta sus raíces hispanas y mirar el rostro y la figura de la Virgen de Guadalupe. Este hecho fue precedido y englobado por la celebración de la santa Misa en el atrio principal (no sin ciertos problemas), en la que gente ajena a la Fraternidad presenció el santo sacrificio de la Misa y que no pocos, entre extrañeza y satisfacción, parecían cautivados por el rito tradicional, que es y siempre será el corazón de la religión católica. Además de esto, cabe agregar que el sermón del padre Amozurrutia comunicó a los miembros de la comunidad el orgullo de ser católicos, y muy especialmente católicos hispanos, que no puede existir honra más grande.
Tendría que prolongarse muchísimo la pluma para narrar todas las actividades y los testimonios que los peregrinos vivieron en Toledo y a su regreso a Madrid, mas sólo queda referir que, en general, toda la peregrinación mantuvo un espíritu de esperanza y oración, en la que la asistencia a la misa diaria y el rezo del rosario condimentaron una experiencia santa que fortaleció a los asistentes en la fe y en la piedad. De nada sirve haber asistido a Fátima si la presencia de los monumentos de la Cristiandad y, muy particularmente, la vista de la Virgen no motiva a los cristianos a reorientar su vida, poner fuego en su almas y tener la voluntad firme de cumplir con las exigencias que la Virgen hizo en Fátima. También es conveniente ensartar aquí una frase de agradecimiento a todos los sacerdotes que acompañaron y dirigieron la compaña y que supieron equilibrar los ánimos de los peregrinos con ratos de intensa reflexión, profunda interioridad, sana convivencia y con comidas salpicadas de risa y buen apetito. Especialmente debe agradecerse al padre Donatien Lethu, que, como líder de la peregrinación, superó con creces las expectativas de los fieles que asistieron a ella.
Daniel Ocampo Frutos