Peregrinación a la Virgen de San Juan de los Lagos - 2018

Fuente: Distrito de México

El pasado domingo 18 de febrero de 2018, se llevó a cabo la tradicional peregrinación de los fieles de León a San Juan de los Lagos, en el estado de Jalisco. Gracias a Dios, este año se unieron varios centros de Misa de distintos estados de la República. Los invitamos a ver la galería fotográfica.

Fray Antonio de Segovia, primer evangelizador en este poblado, encomendó a fray Miguel de Bolonia el cuidado pastoral de esas tierras, logrando pacificar la región, congregando a los errantes y refundando pueblos con indios ya cristianizados, donando una imagen a la pequeña capilla hecha de adobe y techo de paja. No fue sino hasta el año de 1623 que la imagen comenzó a ser conocida debido a lo que se le conoce localmente como «El primer milagro».

El primer milagro

Según la historia de 1623, basada en testigos oculares, una familia de cirqueros que se dirigía a la ciudad de Guadalajara llegó a descansar a esta región, trayendo con ellos varios espectáculos, entre ellos, el de una niña que brincaba en un trapecio sobre una cama con dagas. En un acto, la niña no equilibró bien y cayó sobre la misma provocándole la muerte inmediata. Poco antes del entierro de la niña, una indígena llamada Ana Lucía, esposa de Pedro Andrés, que se encargaba de cuidar la pequeña capilla, al ver el dolor de los padres de la niña mandó traer una pequeña imagen que se llamaba “la Cihualpilli” (que significa Gran Señora) diciendo que era milagrosa, ya que en ocasiones la imagen cambiaba de lugar. Según narraciones, la colocó en el pecho de la niña, quien con este hecho volvió a la vida.

También se cuenta que el dueño en agradecimiento llevó consigo la imagen a Guadalajara para ser restaurada. Cuando quiso pagar el trabajo de reparación, los responsables de la misma habían desaparecido, por lo que se adjudicó la restauración a una intervención angélica.

La pequeña imagen de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos mide 33,5 centímetros, y pesa 321,9 gramos. Está elaborada en pasta de caña de maíz por artesanos de la región de Pátzcuaro, Michoacán. Representa a la Inmaculada Concepción, de pie con sus manos ante el pecho y su rostro un poco inclinado al frente.

En el año de 1904, después de varias solicitudes desde 1900, se recibió en la ciudad de Guadalajara, el 29 de enero, la respuesta afirmativa del papa Pío X para la coronación canónica de la imagen de Nuestra Señora de San Juan. La facultad para imponer canónicamente la corona de oro a la Virgen fue adquirida por el arzobispo de Guadalajara, José de Jesús Ortiz y Rodríguez. La solemne coronación se llevó a cabo el 15 de agosto de 1904.

El Santuario de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos es el 2° santuario más visitado en México (después de Nuestra Señora de Guadalupe). Cada año lo visitan 7 millones de peregrinos. Tan sólo el día de su fiesta (2 de febrero) recibe hasta 2 millones de peregrinos; el Priorato de Nuestra Señora del Rosario organiza una peregrinación cada año en este tiempo de Cuaresma, como un acto de amor a Nuestra Señora, y de penitencia, pidiéndole su gracia para iniciar bien la Santa Cuaresma.

Reseña de la peregrinación

En esta ocasión, la peregrinación se hizo el día 18 de febrero, acompañándonos varios centros de misas, como San Luis Potosí, Salamanca, Irapuato, Cerro Gordo y hasta Zapotiltic; todos nos reunimos en las orillas de San Juan, en una gasolinera para dar inicio a la peregrinación con la bendición del Padre, rezando el Santo Rosario dirigido por los distintos grupos: SAS, ANJM, y algunos más, acompañándonos el Coro de la Capilla para los cantos. El recorrido se realizó en dos horas y quince minutos, atravesando la carretera, las avenidas y calles de la pequeña ciudad. Entre cantos y vivas a Cristo Rey y a la Virgen, llegamos al atrio del santuario; por la cantidad de peregrinos que había en San Juan, y por los danzantes que se encontraban en el atrio, realizamos el acto de consagración a la Virgen en el atrio e iniciamos después la entrada a la Iglesia entre la multitud, unos de rodillas y otros caminando hasta el altar, donde al llegar cada peregrino pudo hacer su petición a la Gran Señora.

Después de la foto oficial y de realizar algunas compras, sobre todo de alimentos, ya que teníamos mucha hambre, nos dirigimos a la unidad deportiva del lugar, para comer, convivir y tener un tiempo de recreación, jugando fútbol con los jóvenes del lugar.

A las 6 de la tarde tuvimos que regresar a León, fortalecidos por las gracias recibidas de la Virgen y cansados por la caminata y el juego.

Esperamos poder visitarla el próximo año, para recurrir nuevamente a Ella en estos momentos que tanto necesitamos de su auxilio y de su protección.