Peregrinación a Pontmain con la Fraternidad San Pío X

Fuente: FSSPX Actualidad

Clérigos y acólitos frente a la Basílica de Nuestra Señora de Pontmain, Francia.

El sábado 13 de mayo del 2017, más de 250 peregrinos, principalmente de Bretaña, acudieron al santuario de Nuestra Señora de Pontmain, en una peregrinación organizada por el Priorato de St. Anne de Lanvallay.

Ese día, la Iglesia conmemoró el centenario de las apariciones de Fátima, y elevó a dos de los tres videntes, Jacinta y Francisco Marto, a los altares.

A continuación, un breve recuento de la historia de las apariciones de Pontmain: era el 17 de enero de 1871, y Francia había sido derrotada por Prusia. Durante tres horas, Eugène y Joseph Barbedette, Françoise Richer y Jeanne-Marie Lebossé vieron a una “Hermosa Dama” que portaba un vestido azul cubierto de estrellas, con su cabeza cubierta por un velo negro, una corona dorada con una banda roja, y en sus pies, zapatillas azules con un broche dorado.

Ella alargó sus manos y sonrió a los niños. Se apareció en un triángulo formado por res grandes estrellas doradas en medio del cielo. Como parte de la aparición, Nuestra Señora expresó que le agradaba especialmente ser invocada como Madre de la Esperanza.

Cuarenta y seis años más tarde, la Santísima Virgen se aparecería nuevamente en Fátima, cuando Europa se encontraba envuelta en una sangrienta guerra y el mundo estaba a punto de ser vencido por los ataques asesinos del comunismo ateo, cuyos errores aún siguen esparciéndose un siglo después.

Fieles a los mensajes de Pontmain y Fátima, los peregrinos de Bretón – muchos de ellos niños – y los sacerdotes de la Fraternidad San Pío X que los acompañaban, cantaron en la Basílica – que les fue abierta nuevamente este año gracias a la solicitud de su rector, el Reverendo Padre Bernard Dullier, O.M.I. – el cántico que hizo sonreír a María ese 17 de enero de 1871:

En estos días de sufrimiento

líbranos del peligro;

Salva a Francia

del yugo extranjero.

Guía a nuestras tropas

por la senda de la gloria;

Concédeles la victoria

en el día de la lucha santa.

Coro:

Madre de la esperanza,

cuyo nombre es tan dulce,

protege a nuestra Francia,

ruega, ¡oh, ruega por nosotros!

Fuente: FSSPX.News 5/16/17