¿Qué hay detrás de la ideología de género?

Fuente: Distrito de México

En este artículo, examinaremos brevemente la cuestión de la ideología de género, particularmente respecto a la realidad filosófico-biológica de que el sexo determina el género, y no al revés.

Se podría hablar mucho sobre el abuso del lenguaje. Como un caballo de Troya utilizado para desmantelar la ciudad, las palabras que parecen amistosas o inocentes se utilizan hoy para ocasionar la muerte a la sociedad. Tales son los términos "género", "progenitor" y "pareja heterosexual", usados, ​​respectivamente, en lugar de "sexualidad", "padre/madre" y "familia".

Una conferencia de Mons. Anatrella [1] dada en Roma el pasado mes de noviembre aclara muchos puntos sobre este asunto. La "teoría del género" utiliza tres vías principales para destruir a la familia, erosionando los conceptos fundamentales del hombre, la mujer y su relación:

  1. La construcción social de la sexualidad;
  2. La orientación sexual de cada individuo y
  3. La relación de poder entre el hombre y la mujer. [2]

1. Hasta ahora, todos habían seguido el sentido común que indica que el sexo determina el género. La persona humana es hombre o mujer según su constitución biológica que, suponiendo un cierto tipo de educación, es la base de la psicología específica. De ello se desprendía que el comportamiento homosexual fuera considerado como en contra el orden de la naturaleza, y por lo tanto anti-natural. Ahora, para explicar y justificar el comportamiento homosexual, los ideólogos modernos afirman que el género determina el sexo. Así, el comportamiento masculino y femenino no correspondería necesariamente al sexo biológico. Para ellos, "el sexo es una categoría social", lo que significa que corresponde a los deseos personales en relación con la "construcción" de los modelos sociales. Además, como dependiente del deseo y la educación, pero ya no de la naturaleza, el género podría cambiarse.

Sin embargo, este enfoque se basa en una argumentación pueril. La influencia social no puede afectar tanto al sujeto que el género de la persona se determine únicamente a través de la influencia social. "La identidad sexual se inscribe en cada célula del cuerpo y puede ser determinada por la prueba ADN. Esto no está sujeto a cambios." Las identidades masculina y femenina se basan en el ser [3] de la persona misma. "Agere sequitur esse", dice el dicho: se actúa (o no, en el caso de los trastornos) según la construcción fisiológica y psicológica hecha por el Creador, aunque el pecado original y una educación deficiente puedan torcer el plan de Dios e inducir tendencias desordenadas.

Los ideólogos de género "desnaturalizan" la diferencia sexual para lograr la igualdad entre hombres y mujeres de manera más eficiente, hasta el punto de hacerlos similares, y de legitimar cualquier orientación sexual. Ser hombre o mujer sería una mera cuestión de preferencia personal y libre.

2. Esta ideología también se utiliza para extraer conclusiones antropológicas que instituyen realidades particulares como la homosexualidad, y también para modificar el sentido de la sexualidad humana. Si las identidades masculinas y femeninas ya no están arraigadas en Dios, en la naturaleza de los seres por medio de las diferencias sexuales y la complementariedad, sino dejadas a la libre elección, el uso de la sexualidad misma se desconecta de su meta objetiva y realista (i.e. la procreación).

Aquí nos enfrentamos a un dilema entre la práctica, como se vive entre hombres y mujeres (hombres y mujeres, porque son tales, y no porque quieran serlo, teniendo así relaciones sexuales para procrear), y un sistema de análisis de representación conceptual codificada por la teoría del género, que juega con palabras pretendiendo liberarse de la realidad de las cosas.

A pesar de sus defectos, esta corriente ideológica está inspirando decisiones políticas en países del primer mundo. En otros, como África o Asia, impone el "nuevo colonialismo" del pensamiento occidental moderno, bajo la presión de las instituciones internacionales hasta el punto de desestabilizar a la sociedad de una manera similar al marxismo.

La Iglesia nos exhorta a respetar a todas las personas en su dignidad, pero esto no significa que esté de acuerdo con las prácticas sexuales que se aparten de la dignidad de la sexualidad humana, ni que admita el matrimonio y la adopción por “parejas” del mismo sexo. Hablar aquí de "parejas" y de "familia"  es un abuso del lenguaje, ya que ambas implican siempre algo representado sólo por las diferencias sexuales y la pareja generativa.

3. El objetivo principal de la ideología de género es dar igualdad de derechos a todas las personas. La pretensión de difundir el matrimonio a personas del mismo sexo en nombre de la igualdad es absurda y una transgresión antropológica, ya que sólo un hombre y una mujer hacen una alianza que supone complementariedad, y por lo tanto, diferencias sexuales, mientras que algunas personas hacen creer que el matrimonio podría ser contraído sobre la mera base de la orientación sexual.

En consonancia con esto, la ideología de género pretende reinventar y resolver las relaciones de autoridad entre hombres y mujeres, y la prescripción de sus roles mutuos. Pero la injusticia y los malos tratos no pueden resolverse liberando a la mujer del papel social de cónyuge y madre, marcando su autonomía e independencia del hombre y liberándose a sí mismas de las "limitaciones injustas" de la maternidad. La promoción de la anticoncepción y el aborto, por medio del concepto moderno de salud reproductiva, no traerá ni paz a las mujeres ni más respeto o responsabilidad para los hombres, y mucho menos paz entre hombres y mujeres.

Sólo la voluntad del Creador, con la ayuda de la gracia, puede traer paz y gozo al infundir justicia y caridad. Esa es la buena nueva que los ángeles cantaron en Nochebuena anunciando la venida de Emmanuel, el Salvador.


Notas

1 Monseñor Tony Anatrella, psicoanalista y especialista en psiquiatría social.

2 Para profundizar en el tema de los nuevos planes de salud, ver http://100777.com/nwo/barbarians  con el título de “The New Order of Barbarians”, 1969.

3 Un informe destinado a los debates de la ONU sobre la transexualidad y el género confirma que "la identidad sexual está inscrita en cada célula del cuerpo y puede ser determinada por la prueba de ADN. Esto no está sujeto a cambios. De “Psycholathology of Sex Reassignment Surgery” por Richard Fitzgibbons and Associates, junio de 2011. Este informe muestra claramente que, para aquellos que pretenden tener una identidad de género opuesta a su estructura biológica, una operación quirúrgica no va a resolver absolutamente nada de un problema que es puramente psicológico.