¿Que pensar de la cremación de los cuerpos?
Parece que se está poniendo de moda ahora el incinerar a los difuntos. Y esta práctica va aumentando de modo muy rápido debido, sobre todo, a que las autoridades religiosas nunca la han reprobado y ni siquiera han advertido a los fieles sobre su malicia, pues tenemos que saber que el quemar los cuerpos de los fieles es algo totalmente contrario a la doctrina y prácticas cristianas.
Los argumentos de los "cremacionistas" en favor de la incineración parecen ser bastante atractivos. La palabra mágica (¡y tan moderna!) para que todo el mundo se la trague consiste en decir que la cremación es el sistema más práctico. Entre otras cosas, si la comparamos con el entierro tradicional, la incineración es mucho más barata, pues economizamos la caja, el panteón, etc. Además, las cenizas se pueden guardar en casa, en una urna de poco volumen. Y para colmo de ventajas, esta nueva práctica es mucho más higiénica que la descomposición lenta de un cadáver.
Sin embargo los católicos deben saber que no se trata aquí de una cuestión meramente práctica. En realidad, la elección que hace la Iglesia de la inhumación en contra de la cremación, se basa en razones tanto teológicas como de sentido común.
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