Roma: El sacerdote que se convirtió en vicario
Monseñor Angelo De Donatis con el Papa Francisco.
El Santo Padre ha nombrado a su nuevo vicario para la diócesis de Roma en la persona del arzobispo Angelo Donatis, quien reemplazará al cardenal Vallini, de 77 años de edad.
Se ha dado la vuelta a una importante página para la capital del universo católico: el cardenal Agostino Vallini, cardenal vicario de Roma, se retira después de nueve años al servicio de la Ciudad Eterna. Su renuncia, basada en su avanzada edad, fue aceptada por el Soberano Pontífice.
Aunque el papa es el obispo de Roma - y tiene primacía sobre la Iglesia universal - realmente es el cardenal vicario quien, por delegación, gobierna la gigantesca diócesis romana que incluye más de 330 parroquias, sin mencionar los cientos de comunidades religiosas y otras instituciones sanitarias y educativas.
El cardenal vicario es también un arcipreste de la Basílica de San Juan de Letrán, la catedral del papa. A diferencia de los otros vicarios generales, sus funciones no terminan cuando la sede apostólica está vacante.
Desde 1929 y el Tratado de Letrán, la jurisdicción del cardenal vicario sólo incluye la parte italiana de la diócesis de Roma, y otro vicario general, quien también es arcipreste de la Basílica de San Pedro, queda a cargo del Estado de la Ciudad del Vaticano.
El Santo Padre ha elegido ya al sucesor del cardenal Vallini: el arzobispo Angelo de Donatis, un prelado de 63 años de edad, aunque un obispo reciente, pues fue consagrado en el 2015.
En el 2014, cuando todavía era un simple sacerdote parroquial, predicó las meditaciones para los primeros ejercicios espirituales de Cuaresma del pontificado del papa Francisco. Dieciocho meses después, el Padre de Donatis fue nombrado obispo auxiliar de la diócesis de Roma, y puesto a cargo del clero, diáconos y seminaristas.
Durante su consagración episcopal, el papa le dirigió estas palabras al nuevo obispo: "Mi muy querido hermano, recuerda que has sido elegido entre los hombres y para los hombres. El episcopado es el nombre de un servicio, no un honor."
Monseñor de Donatis, nativo de Apulia, hizo parte de su seminario en la Ciudad Eterna, en las Universidades Pontificias Lateranenses y Gregorianas. En 1983, tres años después de su ordenación, el Padre de Donatis fue incardinado en la diócesis romana donde quedó a cargo de una parroquia.
"Don Angelo" - como lo continúan llamando los fieles de San Marco Evangelista al Campidoglio, su parroquia durante muchos años - está por encima de toda figura carismática. Es el padre espiritual, muy apreciado, de muchos sacerdotes romanos; no es coincidencia que su nombre fuera por mucho el más mencionado en las respuestas a las 400 cartas de consulta enviadas por el papa al clero de la Ciudad Eterna.
Éste es el segundo nombramiento importante para la Iglesia en Italia en los últimos días. El 24 de mayo, el Soberano Pontífice nombró al cardenal Gualtiero Bassetti, arzobispo de Perugia, presidente de la Conferencia Episcopal de Italia.
Aunque el vicario de la diócesis de Roma no es cardenal al momento de su nombramiento, es una costumbre que el papa le confiera la birreta cardenalicia dentro de poco tiempo.