Sábado de Pascua - textos litúrgicos

Fuente: Distrito de México

MISA

El Introito está compuesto con palabras del Salmo CIV; en él glorifica Israel al Señor por haber hecho volver a su pueblo del destierro. Este pueblo son para nosotros nuestros neófitos, que estaban desterrados del cielo a causa del pecado original y de sus pecados personales; el Bautismo les ha devuelto todos sus derechos a esta dichosa patria acogiéndoles en la Iglesia.

INTROITO

Sacó el Señor a su pueblo con regocijo, aleluya: y a sus elegidos con alegría, aleluya, aleluya. — Salmo: Confesad al Señor e invocad su nombre: anunciad entre las gentes siis obras. V. Gloria al Padre.

En el momento de acabar la semana pascual, la Iglesia pide al Señor, en la Colecta, que las alegrías que sus hijos han gustado en estos días les abran el camino a las alegrías todavía mayores de la Pascua eterna.

COLECTA

Suplicárnoste, oh Dios omnipotente, hagas que. los que hemos celebrado con veneración las fiestas pascuales, merezcamos alcanzar por ellas los gozas eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

EPISTOLA

Lección de la Epístola del Ap. S. Pedro 1 Pet., II 1 - 1 0 ).

Carísimos: Dejando, pues, toda malicia y todo dolo, y los fingimientos y las envidias y toda detracción, como niños recién nacidos, ansiad la leche espiritual, sin engaño, para que con ella crezcáis en salud si es que gustáis cuán dulce es el Señor. Acercaos a él, piedra viva, reprobada por los hombres, pero elegida y honrada por Dios, y edifícaos también vosotros sobre ella, cual piedras vivas, como una casa espiritual, como un sacerdocio santo, para ofrecer por Jesucristo hostias espirituales, gratas a Dios. Por eso dice la Escritura: He aquí que pongo en Sión una piedra principal, angular, escogida, preciosa: y, el que creyere en ella, no será confundido. Para vosotros, los que creéis, es honor; mas, para los que no creen, la piedra que reprobaron los constructores, se ha hecho cabeza angular, y piedra de tropiezo, y piedra de escándalo para los que tropiezan en la palabra y no creen en aquello para lo que han sido destinados. Mas vosotros sois una raza escogida, un sacerdocio real, una gente santa, un pueblo de conquista: para que anunciéis las maravillas del que os llamó de las tinieblas a su admirable luz. Los que antes no erais pueblo, ahora sois el pueblo de Dios: los que no habíais conseguido misericordia. ahora la habéis conseguido.

CONSEJOS DE SAN PEDRO A LOS NEÓFITOS

Los neófitos no podían escuchar, en este día, una exhortación mejor apropiada a su situación que la del príncipe de los Apóstoles, en este pasaje de su primera Epístola. San Pedro dirigió esta carta a nuevos bautizados; por eso ¡con qué dulce paternidad explayaba también los sentimientos de su corazón sobre estos "hijos recién nacidos"! La virtud que él les recomienda, es la sencillez, que tan bien cuadra en esta primera edad; la doctrina con la que han sido instruidos, es leche que los alimentará y los hará crecer; al Señor es a quien hay que saborear; y el Señor está lleno de dulzura.

El Apóstol insiste en seguida sobre uno de los principales caracteres de Cristo: es la piedra fundamental y angular del edificio de Dios. Sobre él solo deben establecerse los fieles, que son las piedras vivas del templo eterno. El solo les da la solidez y la resistencia; y por eso, antes de volver a su Padre, ha recogido y establecido sobre la tierra otra Piedra, una Piedra siempre visible que está unida a él mismo y a la cual ha comunicado su propia solidez. La modestia del Apóstol le impide insistir sobre lo que el santo Evangelio encierra de glorioso para él a este propósito; pero quién conoce las palabras de Cristo a Pedro, comprende toda la doctrina.

Si el Apóstol no se glorifica a sí mismo, ¡qué títulos magníficos nos da en cambio a nosotros los bautizados! Nosotros somos "la raza escogida y santa, el pueblo que Dios ha conquistado, un pueblo de Reyes y de sacerdotes". En efecto, ¡qué diferencia del bautizado con el que no lo está! El cielo, abierto para uno, está cerrado para el otro; uno es esclavo del demonio, y el otro, rey en Jesucristo Rey, de quien ha llegado a ser hermano; el uno, tristemente aislado de Dios, y el otro, ofreciéndole el sacrificio supremo por las manos de Jesucristo Sacerdote. Y todos esos dones nos han sido conferidos por una misericordia enteramente gratuita; no han sido en modo alguno merecidos por nosotros. Ofrezcamos, pues, a nuestro Padre adoptivo humildes acciones de gracias; trasladándonos al día en que también nosotros fuimos neófitos, renovemos las promesas hechas en nuestro nombre, como la condición absoluta con la cual nos eran concedidos tan grandes bienes.

A partir de este día, la Iglesia deja de emplear hasta el fin del Tiempo Pascual, entre la Epístola y el Evangelio, el Responso llamado Gradual. Le sustituye por el canto repetido del "Alleluiá", que presenta menos gravedad pero expresa un sentimiento más vivo de alegría. En los seis primeros días de la solemnidad pascual, no ha querido aminorar la majestad de sus cantos; ahora se entrega más de lleno a la santa libertad que la transporta.

Leer más