Un hogar cristiano

Fuente: Distrito de México

Es la misa tradicional que ha construido a la Cristiandad porque es ella quien ha construido en primera instancia hogares cristianos. 

Es la oración en familia la que reforzará la unión de sus almas, la que les dará fuerza, ánimo y consuelo en las dificultades y pruebas y es la que atraerá las bendiciones del cielo en su hogar.

“En el nombre de Nuestro Señor Jesucristo, les suplicamos queridos esposos…” – dijo el Papa Pío XII – “… que guarden intacta la bella tradición de las familias cristianas: la oración de la noche en familia. Ésta reúne al fin de cada jornada, para implorar la bendición de Dios y honrar a la Virgen Inmaculada a través del rezo del Santo Rosario... las alabanzas de todos aquéllos que van a dormir bajo el mismo techo…”.

Complementando esta vida de oración, el hogar encontrará también su fuerza al frecuentar los sacramentos: la confesión frecuente sobre todo en momentos de tentaciones y dificultades, y también al frecuentar el sacramento de la Eucaristía y la Santa Misa, en cuanto es la renovación del Sacrificio del Calvario.  Porque la unión de Nuestro Señor con la humanidad (de la cual el matrimonio es la imagen) fue realizada sobre la Cruz, no hay que olvidarlo. Es en ese momento que Nuestro Señor dio su vida por su Esposa Mística nacida de la sangre y agua que salió de su Corazón Traspasado. Entonces, es la asistencia frecuente y ferviente al Santo Sacrificio de la Misa que mantendrá y resucitará la gracia de su matrimonio. La Santa Misa es la piedra fundamental de la familia cristiana y por eso, es ella la fuente de la civilización cristiana.

Como la nueva Misa ha atenuado de forma alarmante todo lo que puede recordarnos que la Misa es en realidad el Sacrificio de la Cruz, deben fundar sus hogares en la Misa Tradicional, no se puede construir sobre arena… hay que construir sobre rocas. Su fidelidad y esfuerzos que hagan por asistir a la misa Tradicional (aún si hay que levantarse temprano y recorrer muchos más kilómetros) obtendrán las gracias de paz y bienaventuranza en sus hogares, fundados sobre la Cruz de Jesucristo.

Padre M.D. Roulon, O.P., Les Sacrements