Un párroco hace rezar a sus fieles en la Mezquita
El Padre Émile, de suéter azul, y unos veinte feligreses de la Iglesia Saint-Gildas (Francia), fueron a rezar con los miembros de la comunidad turca musulmana con ocasión de la oración ritual del viernes.
El artículo del Télégramme.fr – Páginas del Morbihan
Unos veinte feligreses de la Iglesia Saint-Gildas, entre ellos el padre Emile, participaron, ayer en la oración del viernes, en el seno de la comunidad turca de Auray. Un gesto más que simbólico para alejar toda idea de guerra de religiones. “Creemos en el mismo Dios”, resume el cura de la parroquia.
Se conocen suficientemente para tutearse, se ven intermitentemente, pero nunca el Padre Émile Bigumira, párroco de Saint-Gildas, había puesto los pies en la sala de la asociación de los Turcos de Auray, que preside Yusuf Demir, y menos aún participado en la asamblea ritual de los musulmanes el viernes. Se habría tenido que esperar los atentados de París del 13 de noviembre y la pequeña, pero desagradable, réplica de unos habitantes de la ciudad, para llevarlo a dar el paso.
La réplica en cuestión, de sabor rancio, son las cartas de odio recibidas por tres familias turcas de Auray hace quince días. Hubo demanda desde entonces, y el proceso sigue su curso. Cuando se supo la cosa, el Padre Émile tomó su teléfono y llamó inmediatamente a Yusuf Demir. “Le propuse ir a rezar con ellos, los musulmanes, en compañía de otros cristianos de mi parroquia.”
Una veintena de católicos acompañaron, en efecto, al Padre Émile ayer. “Muchos no podían ir y lo lamentaban amargamente”, subraya el padre. Estos católicos asistieron a la oración y a la predicación del imán Fatik Ozturk.
“Recordar los verdaderos valores del Islam a nuestros hijos”
En su intervención en turco, luego traducida al francés por un fiel, aquel denunció “la instrumentalización del islam” por los terroristas: “Que se hable de los atentados de París, de Ankara, de Beirut o de Bagdad, es la misma cosa. Se habla de gente que instrumentaliza el islam. El islam es una religión de paz y de amor, que no se reconoce en estos crímenes y matanzas. El Corán rechaza el crimen y el terror. Afirma al contrario, que la vida es un bien sagrado. En nuestros días, nuestra religión se encuentra frente a un peligro. Es nuestro deber el enseñar los verdaderos valores del islam a nuestros hijos”.
“Aprender a conocerse”
Un poco antes, el padre Emile Bigumara había también tomado la palabra ante la asamblea. Un discurso corto que llama a la unión: “Nuestro mundo de hoy está lleno de violencia, de suspicacias y de prejuicios. Por un lado, mucha gente, de la cual somos parte, nosotros católicos y ustedes musulmanes, quiere construir una humanidad nueva. Somos diferentes. Nuestra religión no es la misma, pero, por otro, compartimos muchos puntos comunes, como la fraternidad y el amor al prójimo. Y, sobre todo, creemos en el mismo Dios.”
El director de la escuela del Vergel fue invitado también, a pasar un momento en el seno de la comunidad turca. Con su equipo educativo, volvió sobre esta triste historia de las cartas dirigidas a familias turcas – niños de estas familias están inscritos en su escuela. “Han hecho un excelente trabajo para desdramatizar todo aquello”, comenta Yusuf Demir para quien, más que nunca, “la primera cosa que hay que hacer para apreciarse los unos a los otros, es la de encontrarse, de aprender a conocerse.”
Comentarios:
El párroco de Saint-Gildas de Auray no hace más que lo que hace el papa Francisco. En efecto, durante su viaje de vuelta, este último declaró en el avión – se vuelve una costumbre que no le sale bien – que todos los centroafricanos “quieren la paz, buscan la paz, no el odio”. Y él “ha hecho pequeños gestos” en ese sentido, “yendo a la Mezquita, rezando en la Mezquita”, -particularmente en la qibla, el lugar de oración donde se quitó los zapatos, dirigiéndose hacia el nicho en dirección a la Meca y rezando en silencio – permitiendo al “imán subir en su papamóvil para hacer la vuelta al estadio con él.”
Y cuando un periodista le preguntó “¿Qué tienen que decir el islam y las enseñanzas del profeta Mahoma al mundo de hoy?”, el papa contestó que con ellos “podemos dialogar, tienen valores, tantos valores. Ellos tienen tantos valores, y esos valores son constructivos. (…) No se puede borrar una religión porque hay algunos grupos – o muchos- en cierto momento de la historia, que son fundamentalistas. Es cierto, las guerras entre religiones han existido siempre en la historia. Siempre.”
Y, el papa aprovechó para acusar a la Iglesia Católica, en un nuevo e incomprensible arrepentimiento de parte de un Sumo Potífice: “Incluso nosotros, hemos de pedir perdón, ¿no? La Catarina de Medicis no era una santa, ¿no? (…) pero ellos tienen valores, con ellos se puede dialogar. (…) pero, como en todas partes, hay personas con valores religiosos, y personas sin [ellos], ¿no es cierto? ¿Cuántas guerras hemos hecho, nosotros cristianos? El Saco de Roma, no son los musulmanes quienes lo han hecho, ¿no? Tienen valores, tienen valores.”
De hecho, el párroco de Saint-Gildas no hace otra cosa que aplicar lo que los “adoradores” de Nostra Aetate practican desde hace largo tiempo y con asiduidad. Como el cardenal Barbarin quien, después de haber declarado que rezaba la Shahâda1 , acaba de relevar de sus funciones al Padre Benoît, sacerdote que oficiaba en la basílica de Fourvière de Lyon, por haber firmado una tribuna fuerte en la cual calificaba a las víctimas de los atentados del Bataclan de “hermanos siameses2 ” de los terroristas.
Por supuesto, uno será animado, el párroco de Saint-Gildas, el otro, el Padre Benoît, ha sido sancionado y desterrado. Recordemos a su Eminencia que en el Campamento de los Santos, de Jean Raspail, cuando ocurre el desembarco en Provenza, el primero en ser masacrado por los invasores es el prelado beatífico que denunciaba la dureza de los franceses egoístas…
Frente a este abandono generalizado de la Fe en el Único Salvador, confiemos nuestras oraciones a Nuestra Señora de África:
Corazón Santo e Inmaculado de María, tan lleno de misericordia, sed tocado por la ceguera y la miseria profunda de los musulmanes.
Vos, Madre de Dios hecho hombre, obténgales el conocimiento de nuestra Santa Religión, la gracia de abrazarla y de practicarla fielmente, a fin de que, por vuestra poderosa intercesión, seamos todos reunidos en la misma fe, la misma esperanza y el mismo amor a vuestro divino Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, quien fue crucificado y muerto por la salvación de todos los hombres, y quien, resucitado lleno de gloria, reina en la unidad del Padre y del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros. Nuestra Señora de África, rogad por nosotros, por los musulmanes, por los judíos y todos los demás infieles.
Consuelo de los afligidos, rogad por nosotros.”
Fuente: La Porte Latine
- 1"Testimonio" que significa “atestación” o “testimonio de fe” en árabe, es el primer pilar del islam. Está directamente ligada al principio de la unicidad de Dios y de oposición formal y agresiva al dogma de la Santísima Trinidad. Esta profesión de fe musulmana es muy breve “Lā 'ilāha 'illā-llāhu Muhammadun rasūlu-llāh”, y se puede traducir por “No hay más dios que Alá, y Mahoma es su profeta”.
- 2El Padre muestra cómo nuestra sociedad, que se ha vuelto loca, ha engendrado dos generaciones “siamesas”, la primera marcada por “tolerancia, relativismo, universalismo, hedonismo”, la otra por “intolerancia, dogmatismo, cosmopolitismo del odio”, aquella invoca al diablo gritando “… ¡amaré al diablo y su canción!”, y ésta que actúa por el diablo –y una de sus concretizaciones es el islam- perpetuando esta innoble masacre en París.