Una falsa misericordia

Fuente: Distrito de México

Los deseos dirigidos por el papa Francisco durante este inicio de año sobre esta falsa misericordia, sin arrepentimiento de pecados y sin satisfacción o penitencia, cuyos principios se apoyan sobre el falso ecumenismo del Vaticano II, nos aterran.

 

Cuando voy llegando al semáforo de un crucero, siempre prefiero que esté en rojo. Eso me asegura que el verde no tardará, mientras que cuando está en verde, no sé si me dará tiempo de pasar ese cruce. Hoy, todas las luces están en rojo. Pero lejos de detenernos, nos preparan para negociar el paso a la luz verde. No me hagan decir aquello que no quiero decir. Yo no animo a nadie a pasarse la luz roja. Pero es importante, en un mundo que parece haber olvidado al Señor, un mundo que ha rodado la piedra del sepulcro y ha puesto una guardia para impedir toda resurrección, saber que estas son justamente las señales que anuncian una victoria.” (R. P. O. Berteaux, Escuela Sagrada Familia, Quebec, Carta a los bienhechores, diciembre 2015).

Un mundo que ha olvidado al Señor…

Y más aún, si no fuera más que el mundo, a tomar en el sentido del mundo por el cual NSJC no rezó (el mundo abandonado al príncipe de este mundo, el demonio). Pero no, se trata del vicario de NSJC. Los deseos dirigidos por el papa Francisco durante este inicio de año sobre esta falsa misericordia, sin arrepentimiento de pecados y sin satisfacción o penitencia, cuyos principios se apoyan sobre el falso ecumenismo del Vaticano II, nos aterran. He aquí el resumen de este corto video de un minuto y medio a analizar aquí.

Como preámbulo, el papa Francisco declara: “La mayor parte de los habitantes de la tierra se declaran creyentes. Esto debería provocar un diálogo entre las religiones”.

Desfilando enseguida, una budista, un rabino, un sacerdote católico y un dirigente musulmán, que dicen cada uno según su turno: “creo en Dios”, excepto el islamista que dice. “creo en dios, Alá”. Y el soberano pontífice, el vicario de Cristo, celebra que “buscan o encuentran a Dios de diversa manera”… Luego, cada uno recita en su turno la fórmula humanista: “Creo en el amor”.

El papa concluye en estos términos: “Que el diálogo sincero entre hombres y mujeres de diversas religiones conlleve frutos de paz y justicia”.

Una profunda tristeza nos invade al leer este video que nos escandaliza (en el sentido fuerte del término: de caída), pero que no es más que la consecuencia de 50 años de diálogo interreligioso que el papa Francisco festejó con gran pompa el 28 de octubre de 2015 martillando:

La declaración Nostra Aetate es aún actual”.

Los papas León XIII y Pío XI respondieron magistralmente:

  • "La tolerancia igualitaria de todas las religiones es lo mismo que el ateísmo” (León XIII).
  • “Todos aquellos que se adhieren a tales opiniones y tentativas, se apartan completamente de la religión revelada por Dios” (Pío XI).

¿Qué mensaje fue transmitido en este video? Esto requiere muy pocas explicaciones: todos somos hijos de Dios, y entonces todas las religiones no son más que “expresiones” diferentes, al medio de las cuales los hijos comunican con el Padre, cada una con su forma y su manera, pero todas igualmente válidas. La supuesta realidad de que el padre nos escucha a todos, independientemente de la religión que profesamos, debe ser un punto común de unión entre todo el género humano para obtener la paz y el amor universal, evitando aquello que nos separa. En la práctica, como conclusión del mensaje, todas las religiones, se transforman en medios válidos para llegar a Dios  –lo que fue puesto en escena con la figura del Niño Jesús al lado de Buda y otras representaciones similares–.

¿Es esto católico? Digámoslo con fuerza: NO. He aquí algunos recordatorios de la Sagrada Escritura:

  • “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre sino por Mí” (Jn 14, 6).
  • “Quien no está conmigo, está contra Mí, y el que no recoge conmigo, desparrama” (Mt 12,30).
  • “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que crea y sea bautizado será salvo; pero el que no crea, será condenado” (Mc 16, 15-16).
  • “El que me odia a Mí, odia también a Mi Padre” (Jn 15, 23).
  • “Si no hubiera venido y no les hubiera hablado, no tendrían pecado, pero ahora no tienen excusa por su pecado” (Jn 15,22).
  • “Sois de vuestro padre el diablo y queréis hacer los deseos de vuestro padre. Él fue un homicida desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla sobre sí mismo, porque es mentiroso y el padre de la mentira” (Jn 8, 44).
  • “El que es de Dios escucha las palabras de Dios; por eso vosotros no escucháis, porque no sois de Dios” (Jn 8, 47).
  • “No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mt 7, 21).

En Mortalium Animos (6 de enero de 1928), creeríamos que el papa Pío XI hubiera visto el triste video y que por anticipación, él nos advirtiera:

convencidos de que es muy raro de encontrar, hombres desprovistos de todo sentido religioso, se les ve nutrir el espíritu que sería posible de llevar sin dificultad a los pueblos, a pesar de sus divergencias religiosas, a un entendimiento fraternal sobre la profesión de ciertas doctrinas consideradas como un fundamento común de vida espiritual. Es por esto que tienen sus congresos, reuniones, conferencias, frecuentados por un apreciable número de auditores, y en sus pláticas, invitan a todos los hombres indistintamente, los infieles de todo género, como los fieles de Cristo, e incluso a aquellos que, por desgracia, se separaron de Cristo, o que con aspereza y obstinación, niegan la divinidad de su naturaleza y su misión”.

El Santo Padre continúa:

Tales empresas no pueden, de ninguna manera, ser aprobadas por los católicos, ya que se apoyan en la teoría errónea de que todas las religiones son más o menos buenas y loables, en el sentido en que, todas igualmente, aunque de diferentes formas, manifiestan y significan el sentimiento natural e innato que nos lleva hacia Dios y nos empuja a reconocer con respeto su poder”.

Reflexionemos un poco. ¿Alguien con un poco de inteligencia y que no ha renunciado completamente a hacer funcionar su razón, puede no pensar que lo que se expresó en este video es exactamente aquello que Pío XI consideró como aquello que “no puede ser, de ninguna manera, aprobado por los católicos”?. No se trata de mi propio punto de vista o de mis consideraciones, es la misma Iglesia que condenó por anticipación, lo que aquí se hizo y se dijo.

Pero eso no es todo, dejemos continuar a Pío XI:

En verdad los partidarios de esta teoría se pierden en pleno error, pero además, pervirtiendo la noción de la verdadera religión, la repudian y la derraman por etapas en el naturalismo y el ateísmo. La conclusión es clara: solidarizarse con los partidarios y propagadores de doctrinas similares, es alejarse completamente de la religión divinamente revelada”.

No estamos delante de un acontecimiento de poca importancia, estamos, digámoslo sin miramientos, delante de una verdadera apostasía. Es absolutamente escandaloso ver como en el video se pone en el mismo nivel al Niño Jesús, con Buda y otros fetiches idólatras. Una blasfemia total.

Todos jugamos algún día en la resbaladilla cuando fuimos niños: no hay manera de detenerse al bajar, aquí no es un juego de niños… ¡La salvación de las almas está en juego! Parece que bajamos la cuesta y sin freno. ¿Se levantarán los obispos para decidirse a hablar de una vez por todas con toda claridad? Parece que sólo la FFSPX osa gritar el escándalo. El momento es grave, y no es admisible, bajo ninguna forma, ya sea por razones de miramientos, diplomacia o miedo, quedarnos callados. O con Cristo o contra Él, no hay una posición intermedia. Hay circunstancias en las que el callarse es aprobar el mal. Recuerdo la venida a Écône  en 1988 de Mons. de Castro-Mayer. Yo era todavía seminarista. Él declaró en su discurso, en la víspera de los sacramentos, que si él se hubiera quedado en Brasil, mientras que Mons. Lefebvre iba a consagrar a los obispos, hubiera cometido un pecado mortal. Entonces se fue a Écône, a pesar de su vejez y su enfermedad. ¡Fue junto con Mons. Le Fevbre un héroe de la fe católica!

“Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca” (Ap 3, 16).

En este día festejamos la Epifanía. ¿Qué es esta fiesta? Los reyes vinieron a adorar a Nuestro Señor Jesucristo, públicamente. Mientras Jesús nació, cantidades de divinidades fluían y se enfrentaban. Estos magos venidos de muy lejos no adoraron ni la luna, ni el sol, ni las estrellas, sino que una estrella los guió hacia el único Salvador. Su gesto, consignado en los Evangelios, condena hace dos mil años estos gestos actuales de apostasía. Guardemos por un lado, nuestra capacidad de amor hacia Nuestro Señor, único y verdadero Salvador; y en consecuencia, nuestra capacidad de indignación, por otro lado, hacia el error, el pecado, el escándalo. Estos reyes magos murieron obispos y mártires, dando testimonio de la divinidad del solo verdadero Dios, Jesucristo, derramando su sangre para afirmar su realeza y el que las otras divinidades son demonios. No tenemos el mismo Dios que los musulmanes, los judíos, los budistas. ¡Hay que decirlo y repetirlo!

A pesar de esta oscuridad, nuestra Esperanza está firme y viva. Recemos y hagamos penitencia para que el Espíritu Santo ilumine al Santo Padre, y no olvidemos que en estos terribles momentos, “las puertas del infierno no prevalecerán contra la Iglesia” católica que tiene las promesas de la vida eterna.

Cuando toda luz haya desaparecido, cuando todos los semáforos sean rojos y todo esté perdido según nuestras opiniones y pronósticos humanos y razonables, que la Luz divina y la sabiduría infinita brillen. Entonces en una Luz brillante, el sol secará en un instante, como en Fátima en octubre de 1917, a todos los espectadores alarmados, y todos reconocerán que hay un solo Señor, “un solo Dios, una sola Fe, una Bautismo”. Guardemos nuestras “velas encendidas”, mantengámoslas con la oración, el estudio y una vida santa.

R.P. Dominique Rousseau

Sacerdote de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X prior de Perpignan-Fabrègues

6 de Enero de 2016

Fuente: La Porte Latine