Viaje de un católico no confundido

Fuente: FSSPX Actualidad

Georges nunca fue un católico confundido. Hoy está convencido de una cosa: a pesar de todas las críticas, tuvo razón en seguir a Monseñor Lefebvre, quien transmitió lo que él mismo había recibido.

A finales de agosto de 1976, Georges asistió a una Misa en Lille, Francia, donde se anunció al mundo entero la batalla de Monseñor Lefebvre en aras de la Tradición. Su párroco le había advertido: "Estás siguiendo a un obispo rebelde, que celebra una Misa prohibida."

En 1988, asistió a las consagraciones episcopales en Ecône, y su párroco, a cuyas misas había ya dejado de asistir, le advirtió: "Todos son cismáticos, ustedes y sus obispos." Cuando celebró su boda en Saint-Nicolas du Chardonnet, en París, su párroco le aseguró que no estaba casado. Solía confesarse con un sacerdote de esa iglesia, y su párroco le dijo que bien podría ir con una trabajadora social, porque ese sacerdote no estaba más facultado que ella para absolver sus pecados.

En el 2007, Georges supo que la Misa Tridentina nunca fue abrogada y que no había asistido a una Misa prohibida durante los últimos treinta años.

En el 2009, a pesar de las estridentes acusaciones de su párroco, supo que el obispo que había conferido el sacramento de la confirmación a sus hijos no estaba excomulgado.

Desde el 2015, el sacerdote que lo escucha en confesión lo hace válidamente, algo que Georges nunca puso en tela de juicio pero que seguramente serviría para tranquilizar a su párroco, tal vez hasta el grado de que él mismo podría acudir a Saint-Nicolas para confesarse... Este mes supo que el sacerdote que lo había casado válidamente no está obligado a casarlo nuevamente, un hecho que seguramente permitirá a su párroco felicitarlo, aunque con algunas décadas de atraso...

Georges nunca fue un católico confundido. Hoy está convencido de una cosa: a pesar de todas las críticas, tuvo razón en seguir a Monseñor Lefebvre, quien transmitió lo que él mismo había recibido.

Padre Alain Lorans