Viernes de la tercera semana de Cuaresma
Durante estos cuarenta días la Iglesia le pide a Nuestro Señor Jesucristo que nos dé el agua viva de la cual le habló a la samaritana del pozo de Jacob, esa agua que saciará para siempre la sed de nuestras almas.
La Estación se celebra en la iglesia de San Lorenzo in Lucina, antiguo y célebre santuario donde se conserva la parrilla en la cual el santo Arcediano de la Iglesia romana consumó su martirio.
COLECTA
Suplicámoste, Señor, prosigas nuestros ayunos con tu benigno favor: para que, así como nos abstenemos de alimentos en el cuerpo, así ayunemos también de vicios en el alma. Por el Señor.
EPÍSTOLA
Lección del libro de los Números.
En aquellos días se juntaron los hijos de Israel contra Moisés y Aarón: y, amotinándose, dijeron: Dadnos agua, para que bebamos. Y, despidiendo a la multitud, entraron Moisés y Aarón en el tabernáculo de la alianza, se prosternaron en tierra, y clamaron al Señor, y dijeron: Señor, Dios, oye el clamor de este pueblo, y ábreles tu tesoro, una fuente de agua viva, para que, saciados, cese su murmuración. Y apareció la gloria del Señor sobre ellos. Y habló el Señor a Moisés, diciendo: Toma la vara, y congrega al pueblo, tú y tu hermano Aarón, y hablad a la roca delante de ellos, y ella dará aguas. Y, cuando sacares agua de la roca, beba toda la multitud, y sus animales. Tomó, pues, Moisés la vara, que estaba delante del Señor, como se lo había mandado, y, reunida la multitud delante de la roca, les dijo: Oíd, rebeldes e incrédulos: ¿Acaso podremos sacar agua de esta roca para vosotros? Y, habiendo alzado la mano Moisés, golpeando dos veces la piedra con la vara, brotaron copiosísimas aguas, de tal modo que pudieron beber el pueblo y los animales. Y dijo el Señor a Moisés y Aarón: Porque no me habéis creído, para que me santificarais delante de los hijos de Israel, no introduciréis a estos pueblos en la tierra que les daré. Esta es el agua de la contradición, donde los hijos de Israel murmuraron contra el Señor, y fue santificado en ellos.