Proyecto de nuevo altar
Durante 25 años hemos tenido el mismo altar de madera, que en su hermosa simplicidad ha sido el lugar de miles de misas en las cuales el Padre ha repetido “Introibo ad altare Dei”, miles de veces en que se ha renovado el sacrificio redentor de Nuestro Señor. Sin embargo, ¿No creen que ahora que somos más, ha llegado el momento de tener un altar más grande y hermoso, para poder ofrecer el Santo Sacrificio en un lugar más digno? Así lo creemos y por eso hemos trabajado en este proyecto (con el valiosísimo apoyo del arquitecto Gonzalo Fernández hijo) para darle a Dios lo que Su Majestad merece, en la medida de que nuestros escasos medios lo permiten.
Buena noticia sin duda. Les comentábamos que se lo presentamos a nuestro Superior General, Monseñor Fellay, quién nos alentó a seguir adelante, y por eso ahora se los presentamos a ustedes.
¿Cuáles serán las características de este nuevo altar?
Lo primero que hay que decir, es que será un altar fijo y no móvil como el que tenemos actualmente, esto quiere decir, que el ara, la piedra sobre la cual se realiza el sacrificio, estará apoyada sobre 4 columnas. ¿Qué más? Será de cantera café claro. Contará con un baldaquín, (que estará detrás del sagrario) para las exposiciones del Santísimo Sacramento. En el centro se pondrá un cuadro original del período colonial, de Nuestra Señora de Guadalupe. Arriba un crucifijo también colonial muy hermoso. El santuario se agrandará 90 cms. Y tendrá piso de mármol rojo veteado. El comulgatorio será de cantera y tendrá accesos por los costados, para evitar que cuando haya que pasar, haya que hacerlo por el centro. Se construirán dos retablos laterales, para poner los cuadros y las imágenes que tenemos.
¿Sigo? Bien, si ya respiraron continúo. Tendrá un nuevo sagrario hermosamente decorado. Habrá un corredor por detrás del altar que servirá para acceder al baldaquín y para poner las flores. La parte del frente del altar, tendrá el Cordero al centro y los escudos de San Pío X y de Monseñor Lefebvre. Por último y para no cansarlos, tendremos un púlpito fijo, decorado con los símbolos de los evangelistas y una cruz al frente. ¿Qué les parece? Pueden ver el esquema en la siguiente página.
Esta es la buena noticia, la mala es que para emprender un proyecto de esta magnitud, necesitamos la autorización de la Casa General, más conocida como Menzingen (por su ubicación en Suiza). Y para obtener esa autorización, tenemos que presentar además de un proyecto bien pensado, el financiamiento de la obra ya resuelto o al menos casi resuelto. Tenemos al día de hoy 600.000 pesos disponibles (producto de la vendimias, Kermés, etc) El problema es que el presupuesto es de…….. afírmense que ahí les va, 1 millón seiscientos mil pesos. Es decir, nos falta un millón.
Bien, como podrán ver, la cosa no es tan fácil, pero el que no se avienta no cruza el río. Comenzamos entonces hoy, una campaña para juntar lo que nos falta y sabemos que con la ayuda del cielo y la generosidad de nuestros fieles, lo lograremos, porque el proyecto es para la mayor gloria de Dios.
Ánimo queridos fieles que para Dios, nada es imposible.
Con mi bendición, Padre Pablo González, Prior.