Benín: Un obispo ordena el uso de la sotana

Fuente: FSSPX Actualidad

Otro rayo de esperanza llega desde la remota África: el obispo de la capital de Benín decretó hace unos días que todos los sacerdotes de su diócesis deberán portar la sotana de ahora en adelante.

La ley eclesiástica prescribe que todo el clero debe portar un hábito eclesiástico adaptado a las costumbres locales (canon 284 del Código de 1983, que es una repetición del canon 186 del Código de 1917). Esta obligación es aplicable universalmente , al igual que la ley que la prescribe: la razón de esto es que el hábito eclesiástico resalta la consagración del ministerio a Jesucristo.

Desafortunadamente, en el cada vez más materialista y secularizado mundo occidental, la sotana, vestimenta ideal para el clero, ya no es la regla común; sino todo lo contrario. Y es por esto que el reciente decreto promulgado por el joven obispo de Benín es visto como buenas noticias. Monseñor Aristide Gonsallo es el obispo de Porto-Novo, la capital del país. La diócesis se construyó en 1995 e incluye los departamentos de Oueme y Plateau, que representan alrededor de 5,541 kilómetros cuadrados, con una población de más de 1,137,000 almas. Actualmente, hay 227 sacerdotes incardinados en esta diócesis.

Acogiéndose a la ley eclesiástica, el 9 de mayo del 2017 el prelado decretó lo siguiente:

  1. La única vestimenta eclesiástica para todo el clero (diocesano, religioso, miembros clericales de cualquier sociedad de vida apostólica) en la diócesis de Porto-Novo es la sotana;
  2. El uso de la sotana es obligatorio:
  • Para la celebración o administración de todos los sacramentos, y especialmente de la Eucaristía...;
  • Durante cualquier reunión del clero y cualquier reunión que involucre la participación del clero, ya sea a nivel diocesano, decano o parroquial (...);
  • En lugares donde los fieles acuden al clero para el ejercicio del ministerio sacerdotal;
  • En el palacio episcopal, sin importar la hora o razón de su visita;
  • En cualquier lugar donde la identidad del sacerdote pudiera ser cuestionada.

Sólo queda esperar que la valiente decisión de Monseñor Gonsallo sea seguida por la mayoría de sus compañeros obispos.

Lejos de ser un símbolo retrógrada de antaño, la sotana es una señal tranquilizadora y característica que no sólo mantiene al sacerdote atento a su comportamiento exterior y su apostolado, sino que también y por encima de todo, ofrece un testimonio público de la presencia de Dios y muestra la consagración especial de su ministerio a Nuestro Señor Jesucristo.